Después de cuatro años de desarrollo, parece que Castlevania, adaptación a la gran pantalla de la saga de videojuegos del mismo título creada y desarrollada por Konami desde 1986, será una realidad.
Desde que en noviembre de 2005 Crystal Sky Pictures adquiriese los derechos para el cine, Paul W.S. Anderson (Resident Evil, Alien vs Predator, Death Race) ha estado tratando de concretar la producción de Castlevania, con un presupuesto estimado en 50 millones de dólares y unos beneficios por su distribución que se repartirían Crystal Sky (para el mercado internacional) y Rogue Pictures (para el estadounidense).
Sin embargo, las ambiciosas ideas de Anderson al respecto de Castlevania —aventuras del clan de cazavampiros Belmont—, que incluyeron en versiones primeras del guión “integrar el origen de Drácula con la historia de la familia Belmont”, ambientar el argumento en diversas épocas y recuperar a quien compusiese las bso de los juegos, Michiru Yamane, para el film, se fueron dando de bruces con las reticencias de las productoras involucradas, hasta el punto de que el pasado 27 de mayo Castlevania era cancelada.
Ahora, sin embargo, la película resucita con Anderson limitándose a la producción, otro director previamente asignado en su lugar —Sylvain White (Stomp the Yard)— desechado, y James Wan encargándose tanto de escribir un nuevo guión como de realizarla. Wan, que ha dirigido previamente Saw (2004), Silencio desde el Mal (2007) y Sentencia de Muerte (2007), se ha declarado seguidor acérrimo de los videojuegos de Konami, y especialmente ilusionado por la posibilidad de jugar con los personajes humanos, “tan sexys como los villanos y con ese látigo matavampiros que fue, antes que nada, lo que me atrajo de Castlevania”.