No son pocos los problemas de censura que se ha encontrado en su país. La Disney, titular de los derechos, ha hecho uso de una prerrogativa presente en todos sus contratos por la que, de forma excepcional, puede cancelar el estreno de una producción. Al parecer, las ayudas fiscales podrían venirse abajo en clara venganza republicana.
Pero de cualquier forma, en Cannes sí ha podido verse, y pronto se extenderá a toda Europa. La película con la que Michael Moore anunció que iba a sacar a George Bush Jr. de la Casa Blanca (hay que recordar la inminencia de las elecciones generales) es vitriólica como pocas, aunque ya tenía bien acostumbrado al público con Bowling For Colombine.
A modo de documental, y haciendo uso de su conocido humor incisivo, Farenheit 9/11 (nombre alusivo al 11-S) cruza imágenes con testimonios para ridiculizar discursos del Presidente de los EEUU, y evidenciar muchas de las incomprensibles contradicciones de su política.
Desde la formación de un ejercito a base de inmigrantes, peor pagado que nunca, y trasladado al lugar del que han sacado a los hijos de los congresistas allí desplazados(Irak), hasta las relaciones económicas de Bush con las familias de Bin Laden, nada escapa a su riguroso ánimo de poner las cosas en su sitio.
Ésta sexta cinta de Moore debería animar mucho el necesario debate en su país... aunque las dificultades en su estreno son un golpe que acaba por dar más coherencia a su posición.