Hoy era el conocido como Avatar Day. Se solapaban el primer trailer de la nueva superproducción de James Cameron, una epopeya de ciencia ficción ambientada en el siglo XXII y en un planeta llamado Pandora, con la exhibición en salas de todo el mundo de quince minutos de su metraje.
La cierta decepción que supuso para muchos lo visto en el trailer citado, cuyas texturas estaban lejos de ser lo fotorrealistas que se anunciaba, ha dado paso (al menos para nosotros) a la esperanza en lo que puede suponer Avatar, dadas la belleza y la convicción que transmiten sus imágenes, distrutadas, eso sí, en un cine y en 3D.
Los quince minutos se dividen en una breve presentación del propio James Cameron -guionista, productor y director de Avatar-; escenas en imagen real que muestran a Sam Worthington y Sigourney Weaver en las pieles respectivas de Jake Scully, un veterano lisiado de la guerra de los humanos contra los Na'vi, y la doctora que le devolverá la movilidad de sus piernas si acepta infiltrarse entre los Na'vi adoptando sus formas; momentos de tensión y romance entre Jake y una nativa de Pandora, Neytiri (cuyos rasgos han sido creados digitalmente a partir de los de Zoe Saldanha); y numerosas secuencias de acción que incluyen monstruosas criaturas de Pandora y batallas aéreas entre humanos y Na'vis.
Sin ser los efectos digitales en todo momento lo verosímiles que se pretendía, no cabe sino rendirse ante su perfección general, que abarca no solo a los personajes sino a los decorados, la luz, los movimientos de cámara... Avatar puede ser tachada casi de cinta de animación, extraordinariamente bella en lo que se refiere al color y el diseño de los escenarios y las fantásticas criaturas que lo pueblan. Por otra parte, los efectos en tres dimensiones son magníficos, y ayudan en mucho a la inmersión del espectador en la acción.
Nuestra valoración final, a la que cabría añadir que argumentalmente Avatar puede que no sea más que un Bailando con Lobos en el espacio, es en cualquier caso muy positiva: James Cameron es un cineasta ambicioso, algo de lo que dan muestra títulos como Terminator II, Abyss y Titanic, por lo que aunque Avatar no sea a la postre sino un blockbuster, podemos estar seguros de que su calidad estará muy por encima de la media.