Philip Kaufman parece estar en horas bajas. El que en otro tiempo fuera laureado por produciones tan correctas como es el caso de "Elegidos para la gloria", "La insoportable levedad del ser" o la más reciente "Quills", se decanta esta vez por un thriller al uso que cumple todos los requisitos del cine policiaco más convencional. O quizá no todos, dado que el papel de poli duro que bebe demasiado, disfruta de su promiscuidad, amén de ser portador del tan recurrido historial de traumas, está interpretado por una mujer.
La recientemente ascendida a inspectora Jessica Sheppard (Ashley Judd) deberá enfrentarse con un caso de asesinatos en serie, siendo ella la que acabará convirtiéndose en la principal sospechosa (¡menuda novedad!) tras reconocer haber mantenido relaciones íntimas con todas las víctimas.
El agumento de "Giro inesperado" guarda similitudes con "A contrarreloj", producción actualmente en cartelera, dando a entender la falta de creatividad por parte de los guionistas dentro del ya denostado género.
Su reparto tampoco es como para echar las campanas al vuelo, claro que con un guión tan alejado de cualquier esclarecimiento lógico, no existe método de interpretación capaz de remontar este thriller de usar y tirar.
Con esto no se pretende decir que el casting resulte fallido -aunque si es cierto que Andy Garcia deja mucho que desear-, sino que cada uno cumple con su cometido sin exigencias de ningún tipo, sin sobresalir uno por encima del otro, muy acorde con el tratamiento que se le da al film, ni más ni menos.
En defensa de Ashley Judd, parece una gran actriz, pero todavía no le han dado la oportunidad de lucirse en un papel que esté a su altura.
Así pues, en "Giro inesperado" la historia se repite, siendo la previsibilidad la que campa a sus anchas por todo el metraje.
En cuanto al supuesto giro del que se hace gala en el título, viene a ser una mera artimaña publicitaria dado que el asesino puede ser cualquiera. El director no da cabida a justificaciones de ningún tipo de comportamiento por parte de los personajes, quedándose en el simple golpe de efecto que encierra muchas más preguntas que respuestas.
Cine tramposo a más no poder impropio del talento de Kaufman que vaticina una vez más la decadencia de ésta clase de cintas, que necesitan un poco más de imaginación y no tomar al espectador por un tonto.