Terminator (1984) fue producida bajo la égida de los estudios Orion. Terminator 2: El día del juicio (1991), por C2 Productions. Terminator 3: La Rebelión de las Máquinas (2003), por Intermedia. Y Terminator Salvation (2009) por Halcyon. Esto puede dar una idea de hasta qué punto ha sido accidentada la gestación de los sucesivos capítulos de esta saga nacida hace ya veinticinco años gracias a la imaginación de James Cameron.
Pues bien, el culebrón Terminator continúa, por cuanto Halcyon ha decidido quitarse de encima los derechos para continuar exprimiendo la creación de Cameron, mediante una subasta pública que tendrá lugar a lo largo de este mes. La compañía demuestra así su poca confianza en el universo Terminator tras el semifiasco crítico y comercial de Terminator Salvation, y corta de cuajo los conflictos legales que la enfrentaban a otra productora, Pacificor, que ayudó hace varios años a Halcyon a obtener unos derechos por entonces en manos de Intermedia, como os contábamos en el mes de agosto.
Halcyon deja la patata caliente en manos de la productora que acepte recoger el guante y proseguir con las aventuras de John Connor. Y son varias las postulantes: Sony (saga Spider-Man), Summit Entertainment (saga Crepúsculo), Media Rights Capital (Brüno) y hasta Delphi, empresa dedicada a la fabricación de repuestos para automóviles (sus ejecutivos habrán pensado que entre piezas y robots anda el juego).
Todo esto afecta, por supuesto, y mucho, a la producción de una quinta película sobre los Terminators, proyecto que habrá de esperar a que se defina un nuevo amo y señor de los derechos para futuros films, series televisivas y spin-offs varios. Al final ha resultado ser más realista el pesimismo de Christian Bale (quien ya había manifestado sus dudas en torno a la existencia de Terminator 5) que el optimismo del director de Terminator Salvation, McG, que hablaba hace poco de la próxima entrega en términos de “desarrollo activo”.
Por otra parte, puede que haya surgido el portavoz ideal de tantos aficionados desilusionados con el mediocre rumbo que ha tomado con los años una saga cuyos dos primeros títulos sobrepasaron la excelencia: Joss Whedon, creador de series como Buffy, Firefly, Angel y Dollhouse, y reconocido aficionado a la ciencia-ficción, ha publicado en un conocido blog del show bussiness norteamericano una carta en la que ofrece irónicamente comprar los derechos de la franquicia por sólo 10.000 dólares, y en la que aporta ideas delirantes para que futuros episodios de Terminator obtengan el éxito deseado. Entre ellas, convertirlas en musicales, combinarlas con la saga de El Señor de los Anillos o, sencillamente, comprarle a Christian Bale unas pastillas para el dolor de garganta...