Mientras espera a que se haga realidad Cowboy Bebop, adaptación de la serie fantástica de animación creada por Keiko Nobumoto y Shinichiro Watanabe (que no solo quiere protagonizar sino también producir), Keanu Reeves se embarcará en otro blockbuster, aunque de corte histórico.
Hablamos de 47 Ronin, un guión de Chris Morgan (Fast & Furious, Wanted) que constituye para su productora, Universal, un proyecto “prioritario y de alto presupuesto” a concretar de inmediato. Entre los directores que se barajan para ello, tiene grandes posibilidades Carl Erik Rinsch, protegido de Ridley Scott (sale con su hija) que se especuló iba a dirigir la precuela en marcha de Alien.
Sin embargo, es precisamente Scott quien se encargará a la postre de prologar una de sus películas más célebres, pues la productora 20th Century Fox no ha querido confiar la realización de un film con tanto potencial a alguien sin experiencia en el cine. A Universal, por el contrario, parece bastarle con la reputada labor desarrollada por Rinsch en el mundo de la publicidad.
47 Ronin, definida por su guionista como “una mezcla de Gladiator y 300 con samurais y ninjas”, recreará una leyenda japonesa basada en difusos hechos reales y ya llevada al cine en varias ocasiones: A principios del siglo XVIII, cuarenta y siete samuráis pasaron a ser ronin (samuráis sin amo) al suicidarse su señor tras agredir a un funcionario judicial. Los ronin idearon un complot para vengar a su amo.