Cuando Danny Boyle vio convertir su película, Slumdog millionaire, en la gran triunfadora de los Oscar de este año, la pregunta era evidente: ¿Cuál sería su siguiente proyecto? Pues bien, la respuesta era The Texas killing fields, una película criminal que relata como dos agentes de policía se percatan de que el último crimen ocurrido en su jurisdicción está directamente vinculado a unos brutales asesinatos que tuvieron lugar en Texas hace años. Éstos permanecen aún sin resolver. Por supuesto, decidirán investigar la conexión con terribles consecuencias.
Según Boyle, esta atractiva premisa no tiene futuro. "El guión es fantástico, muy especial, pero es un filme tan oscuro que nadie lo va a querer producir. Tienes que conseguir a media docena de superestrellas para que un estudio considere la posibilidad de hacerla. Visualmente hubiera sido extraordinaria, pero no creo que nunca llegue a realizarse". Y con estas palabras, el realizador abandonó el proyecto.
Ahora este guión ha caído en manos de Michael Mann, quien, al parecer ha quedado fascinado con la historia hasta el punto de querer producirla. Sin embargo, parece que la dirección se la va a ceder a su hija, Ami Mann, en el que supondría su debut cinematográfico. Además, por supuesto tendría todo el apoyo y la sabiduría de su padre detrás de sus hombros, por lo que parece una oportunidad para la muchacha, quien tiene un currículo más que discreto en el séptimo arte.
Los dos roles protagonistas ya cuentan con actores que también se han interesado por los papeles. Se trata de dos jóvenes y guapos figurines cada día más a la alza, Bradley Cooper (Resacón en Las Vegas) y Sam Worthington (Terminator Salvation). Ahora, sólo le falta a Mann padre encontrar un estudio que confíe en su hija y que de luz verde al proyecto.