Transita por varios tonos con desigual fortuna: la comedia, el melodrama romántico, el esperpento...
Esta cinta ha sido una de las que ha optado por adelantar su estreno en Internet antes de hacerlo en las salas comerciales. Siendo una iniciativa interesante, en nuestro país no deja de levantar sospechas el hecho, normalmente llevado a cabo con películas de las que se teme que tendrán un corto recorrido en las salas comerciales. Rodada en 2008, sin duda ha sido el tirón de Celda 211 (Daniel Monzón, 2009) lo que ha impulsado su estreno, dado que está protagonizada por Luis Tosar, uno de nuestros mejores actores.
La acción sucede durante las últimas veinticuatro horas que su protagonista, apodado Spleen, pasará en su ciudad natal, Santiago de Compostela. Hijo y nieto de paragueros y afiladores, Spleen lleva en los genes el ánimo bohemio de su abuelo, que recorrió el mundo gracias a su oficio. Su vestimenta elegante y su hablar culto le hacen un personaje peculiar en la ciudad gallega. Spleen es un dandy que vive de noche y duerme de día, gastando la mayor parte de su tiempo en La Taberna de los Dramáticos donde se reúne con sus amigos para escribir cadáveres exquisitos y buscar la excelencia dandy.
A pesar de su disipada vida, algo le atormenta. Spleen nunca se ha enamorado. Y desea hacerlo a la manera dandy: de una mujer mala y con flequillo. Cuando anuncia su marcha a México con el dinero de la herencia de su padre recién fallecido, sus amigos le hacen una última fiesta, una que le mantenga ocupado toda esa última noche, precisamente la noche que dejó de llover después de hacerlo ininterrumpidamente durante tres meses.
La cinta escrita y dirigida por Alfonso Zarauza transita por varios tonos con desigual fortuna: la comedia, el melodrama romántico, el esperpento... Quizá donde la narración alcance un mayor vuelo sea en las escenas románticas en las que interviene el magnifico exterior que es la ciudad de Santiago de Compostela de noche. Sin duda, este viaje por la ciudad y el compromiso de Tosar en el proyecto impulsaron la financiación de un film que difícilmente hubiera convencido a un productor convencional para su ejecución. Zarauza es realizador de televisión y ya grabó un corto con Tosar por lo que las imágenes surgen con cierta fuidez y eficacia. Quizá sea la naturaleza excéntrica del guión para los tiempos que corren lo que dificulte un mayor alcance en la bonita historia que nos narra.
La interpretación de Tosar y Mercedes Sampietro es de lo más interesante de la cinta, así como las puntuales intervenciones de los veteranos Chete Lera, Miguel de Lira y Aitor Mazo. En la parte negativa debemos anotar las limitaciones interpretativas de la bella Nora Tschirner, eje fundamental en la trama que hace flaquear el balance final.