La película se emplea con delectación autoparódica en los enfrentamientos del protagonista con sus antiguos camaradas de clan: la hemoglobina, los miembros amputados y las vísceras devienen morbosos y persistentes motivos escenográficos.
Admiradores confesos de la cultura popular japonesa, algo de lo que ya han dado fe realizaciones propias como la trilogía Matrix y Speed Racer, los hermanos Larry y Andy Wachowski persisten en la misma línea con Ninja Assassin, auténtico capricho freak en el que han ejercido únicamente como productores, confiando su realización (como ya hiciesen en V de Vendetta) a James McTeigue.
Escrita por el debutante Matthew Sand con el apoyo del polifacético J. Michael Straczynski, Ninja Assassin es un homenaje al cine de artes marciales, ninjas y demás imaginería oriental que arrasó en los cines de barrio hace treinta años, y del que fueron representantes eximios Alexander Lou, Sonny Chiba, Michael Dudikoff, Sho Kosugi (que tiene en Ninja Assassin un papel muy relevante) y hasta las Tortugas Ninja de Kevin Eastman y Peter Laird. Hace pocos años, Quentin Tarantino rendía su propio tributo a este tipo de películas en el díptico Kill Bill.
La historia de Ninja Assassin es prototípica: la agente de la Europol Mika Coretti (Naomie Harris) investiga la financiación de varios magnicidios, hasta llegar a la conclusión de que todos ellos han sido cometidos por un milenario clan ninja llamado Ozunu. Habiendo sido descubiertos, los Ozunu tratan de asesinar a Mika, pero la agente será protegida por un miembro renegado del clan, Raizo (el actor y cantante surcoreano Rain).
Los adeptos a este cine (y a los infinitos comics y videojuegos colindantes) ya saben que el argumento, más elaborado por otra parte en Ninja Assassin de lo que cabía esperar, es lo de menos: lo que ha de satisfacerse ante todo son las expectativas del espectador en cuanto a sadomasoquismo, dilemas filosóficos primarios y peleas cuerpo a cuerpo se refiere, que irán in crescendo hasta llegar a un apoteósico baño de sangre entre el protagonista y un ejército de enemigos. Una apuesta crepuscular por la fisicidad extrema (aunque los chorros de sangre sean mayoritariamente digitales) que liga Ninja Assassin a títulos recientes como El luchador o Cinturón Rojo.
En cualquier caso, la película de McTeigue no decepciona en ninguno de los aspectos reseñados: retrata con crueldad la formación como ninja del protagonista (flashbacks consumidores de buena parte del metraje), que pervertirá su infancia y hará de él una máquina de matar; esboza un discurso de cierto valor en torno al vivir y su incompatibilidad con la dedicación ciega a cualquier interés obsesivo; y se emplea con delectación autoparódica en los enfrentamientos de Raizo con sus antiguos camaradas de clan: la hemoglobina, los miembros amputados y las vísceras devienen morbosos y persistentes motivos escenográficos.
Desgraciadamente, en una película que tiene como atractivo prioritario la exhibición de anatomías aceitosas, armas estrambóticas, ballets letales y combatientes a docenas, falla lo principal, el trabajo de puesta en escena. James McTeigue confirma lo apreciado en V de Vendetta, ser un artesano poco destacable, deudor de un montaje frenético que impide disfrutar de las imágenes. Algo que se ve agravado por la tendencia a ambientar muchas secuencias de noche (debido presumiblemente a la parquedad presupuestaria), y por la feísima fotografía de Karl Walter Lindenlaub, necesaria quizás para recrear cierta atmósfera retro y casposa, pero incapaz de aportar un plus de estilización que sublime lo contado. Nada que ver, en fin, con el citado Tarantino de Kill Bill o el Ryuhei Kitamura de Azumi.
Sin embargo, y como 2012, Señales del Futuro, G.I. Joe, Arrástrame al Infierno, Blindado y la próxima Solomon Kane, Ninja Assassin no puede por menos que despertar simpatía: hace gala de una irresistible honestidad en sus planteamientos, honestidad que echamos a faltar en productos de fondo similar pero disfrazados de modo más aceptable para los frikis de iPod y mochila cruzada: Star Trek, District 9, Avatar.