El director Roman Polanski se halla sometido actualmente a arresto domiciliario en su hogar suizo, tras su detención en Zurich hace unos meses por la acusación fechada en 1978 de abuso consentido de una adolescente en Estados Unidos.
Polanski trata de seguir con normalidad su carrera, pese a que las autoridades norteamericanas insisten en que ha de cruzar el Atlántico para ser sometido a juicio ante tribunales californianos. Los abogados de Polanski han intentado en los últimos días acogerse a la figura del “juicio en ausencia” sin resultado.
Mientras, el cineasta ha logrado terminar el montaje de The Ghost Writer, que se exhibirá dentro de pocas semanas en el marco del Festival de Berlín, y prepara otro film: God of Carnage, adaptación de la obra teatral de Yasmina Reza Le Dieu du Carnage (representada a su vez en nuestro país como Un dios salvaje).
En God of Carnage, Reza desarrolla cómo una pelea entre dos niños pasa a reproducirse entre sus padres. Las parejas, reunidas en principio para discutir civilizadamente lo que ha pasado entre sus hijos, van enredándose en un conflicto cada vez más agresivo, en el que salen a relucir todo tipo de prejuicios racistas, misóginos y sexuales.
God of Carnage fue versionada hace dos años en España por Jordi Galcerán, con Aitana Sanchez-Gijón, Maribel Verdú, Pere Ponce y Antonio Molero como reparto. En Inglaterra, la obra ha contado con actores como Ralph Fiennes, y En Estados Unidos con un cuarteto protagonista de excepción: Jeff Daniels, James Gandolfini, Marcia Gay Harden y Hope Davis.