Según informa la agencia de noticias Reuters, el Ministerio de Salud italiano ha confiscado siete mil pares de gafas para el visionado de películas en tres dimensiones, y amenaza con seguir haciéndolo mientras no se demuestre que el protocolo de su uso en los cines de aquel país es el adecuado.
Las autoridades italianas alegan como razones para tan expeditiva medida los problemas de higiene derivados del empleo reiterado de gafas del tipo no desechable por parte de espectadores sucesivos; indirectamente, se está acusando a los propietarios de las salas de no aplicar las medidas de limpieza establecidas para el caso.
Esta decisión ha propiciado que la prensa local airee otras quejas de sus lectores, relacionadas en esta ocasión con los mareos y náuseas que ha provocado el 3D en muchos de ellos. Sin embargo, la polémica despertada no ha impedido que Avatar prosiga también en Italia su carrera triunfal en la taquilla, donde ocupa el número 1 desde que se estrenó.