Basilio Hurtado (Karra Elejalde) es un ladrón de poca monta que se busca la vida en el aeropuerto. Un día roba un collar muy valioso, pero su escasa perspicacia le hace pensar que es bisutería. Huyendo de la policía se mete en el maletero de un autobús, donde se encuentra con Amanda (Silvia Bel) y, sin pensarlo, le regala el collar. Amanda viaja con sus compañeros de vuelta al manicomio de San Quintín. Cuando Basilio descubre lo que realmente vale el collar, tiene que ingresar en San Quintín como sea. Entrar no le será difícil, salir quizá lo sea un poco más.
Los inquilinos de la institución mental están probando una innovadora terapia basada en lo que algunos llaman la fiesta nacional: los toros. Pero uno de los directores del centro, el doctor Hipólito (Javier Gurruchaga), está mucho más interesado en el collar de diamantes que en la salud mental de nadie. La lucha por los diamantes desencadena los más bajos instintos en San Quintín.
Con el fácil recurso de personajes locos ingresados en un psiquiátrico, Torapia presenta toda la variedad de patologías y estereotipos del esperpento. Todo vale en el manicomio. Cómo no, cuenta con la metáfora de que los de dentro a veces están más cuerdos que los de fuera, pero ambos no tienen ningún inconveniente en desatar una violencia muy, muy gratuita. El director, también protagonista y guionista en esta película, Karra Elejalde, debe de querer ahondar con sentido crítico en la mal llamada fiesta nacional, en la política, en la inutilidad de los altos cargos institucionales y en tres o cuatro cosas más, pero es preciso hacer un verdadero esfuerzo para reparar en eso. Se difumina. Elejalde consigue una estética alocada de cómic escatológico. Como curiosidad, sólo dos mujeres en el reparto principal, Gloria Muñoz y Silvia Bel. Una simboliza responsabilidad y coherencia, y la otra sensibilidad y amor. Mientras los personajes masculinos están en elucubraciones más monetarias y violentas. Planificado o casual, es así.
Como consuelo resaltar el trabajo en papeles secundarios de Juan Diego y Xavier Capdet. Éste último es un paciente cuya identidad es la de un mono, y realmente su creación del personaje es espectacular.