Sacha Baron Cohen, conocido a estas alturas por cualquier cinéfilo que se precie de tal gracias a sus encarnaciones de los irreverentes Borat y Bruno, volverá a las andadas interpretando a dos nuevos personajes humorísticos de su invención en su próximo proyecto, por el que han pujado duramente varios estudios de Hollywood en los últimos meses.
Finalmente ha sido Paramount Pictures la que ha logrado llegar con Cohen a un acuerdo, que le garantiza al cómico británico 20 millones de dólares por escribir —junto a Alec Berg, Jeff Schaffer y David Mandel (El Show de Larry David)— y protagonizar el film, aún sin título. No sólo ha sido el dinero lo que ha convencido a Cohen, sino el hecho insólito de que los ejecutivos de la Paramount hicieron llegar al despacho de su agente varias cabras vivas.
Un gesto extravagante que Cohen ha sabido valorar, ya que uno de los caracteres a quienes dará vida en la película es precisamente un cabrero; el otro, el dictador de algún país tercermundista perdido en Estados Unidos. La película tendrá un presupuesto cercano a los 65 millones de dólares, y todavía se desconoce si tiene algo que ver con otro guión que Cohen preveía hace un tiempo llevar a la pantalla: los intentos de un cantante de tercera por competir en el Festival de Eurovisión.