Cualquiera puede sentirse identificado con los dos personajes protagonistas y con su afán de superación, de permanencia y de reconocimiento.
Conmovedora, preciosa y cruda. La película documental sobre Anvil agarra el corazoncito y logra que el espectador la disfrute aunque le importe poco el heavy metal: sufres y ríes con ella. Vives el sueño de estos dos tipos como si fuera el tuyo. Y por eso es grande.
Grabada en 2008 y ganadora en numerosos festivales del premio a mejor película documental, Sacha Gervais rinde tributo a una de las bandas precursoras del sonido metálico americano en los lejanos años 80. Anvil, banda thraser fundada en Canadá por Lips Kudlow y Robb Reiner no tuvo la suerte de otros compañeros de viaje como Metallica, Megadeth o Slayers que, sin dejar de tocar y componer, fueron cayendo poco a poco en el olvido mediático.
La cinta se plantea como una narración de superación personal y los roles de los personajes que aparecen en la grabación cumplen a la perfección lo estipulado en este tipo de relatos. Y eso es precisamente lo que hace que ‘Anvil: El sueño de una banda de Rock’ funcione en todos los niveles, en todos los planos y con todo tipo de público. Cualquiera puede sentirse identificado con los dos personajes protagonistas y con su afán de superación, de permanencia y de reconocimiento.
La principal parte de material se grabó durante su pasada gira europea. Las vicisitudes que sufre el grupo en ella y la grabación de su decimotercer álbum centran el desarrollo del libreto. Muy efectiva, la cinta se cierra como un círculo perfecto, poniendo los pelos de punta y arrancando lágrimas en al menos dos puntos muy concretos del metraje.
El cariño, pasión, fuerza y dedicación de estos dos cincuentones que pudieron y no lograron. La cinta también muestra el lado más miserable de los circuitos y carreras musicales, como los trabajos diarios de los músicos y sus relaciones con familia y compañeros. Junto a este acierto, las apariciones de muchos músicos hablando de los protagonistas del relato y mostrando luego a estos como auténticos fans provoca momentos hilarantes.
Si Metal a headbangers journey era un documental sobre el heavy metal, A some kind of monsters una especie de gran hermano con Metallica y '666' un "mira como molamos los de Iron maiden", Anvil: el sueño de una banda de rock es la historia con la que pueden identificarse todos aquellos que lucharon, pelearon, lloraron y vencieron gracias al talento.