Shia LaBeouf no es un tipo muy querido para los numerosos fans de Indiana Jones, una de las franquicias más alabadas del cine al menos hasta su cuarta parte, que ha dado incluso para que muchos la sigan considerando trilogía.
No obstante, puede que esos mismos fans tengan que agradecerle cosas: la franqueza con la que se despachaba recientemente sobre la decepción que había supuesto la cuarta entrega, su descripción de cómo Harrison Ford y él constataban que las cosas no estaban saliendo bien, supone no sólo dar un paso adelante en una dirección que parecía acobardar al mismísimo Ford, sino el primer reconocimiento interno de una realidad evidente: aquello nunca pudo salir bien.
Quizá como consecuencia de lo anterior, o mejor como apoyo a todo lo que se venía apreciando, los anuncios que se están haciendo a propósito de la quinta parte quieren dejar constancia de que han aprendido de los errores. Y si bien no olvidamos que fácilmente podrían ser sólo técnicas comerciales, meras formas de tratar de ganarse al público, puede que también lleven algo de verdad si en esta ocasión George Lucas da su brazo a torcer y permite que la evolución de esta continuación se desarrolle por la otra tendencia que descartó en su momento: la de mantenerse fieles a las señas de Indiana como producto vigoroso y con una necesaria libertad respecto a los tópicos, entroncando más con su debut que con la vertiente familiar o autocomplaciente por la que finalmente se optó.
Así, las últimas declaraciones que nos llegan hablan de un Indiana Jones "fiel a sus raíces", en una película "emocionante y excitante". Su rodaje se iniciará, si todo va bien, el próximo año y nos llevará al Triángulo de las Bermudas, dentro de un guión en el que han estado trabajando Spielberg y Lucas (...) y que está prácticamente finiquitado.
Sobre Lebouf, ni represalias ni penalización por la escasa química antes descrita con los fans: volverá a estar en la cinta, que según se indica está siendo realizada "a la antigua usanza".