Fandigital y Comicdigital emplean cookies para determinadas funcionalidades. Si continúa navegando asume la aceptación de las mismas.
Perdidos en el tiempo - Víctima del celuloide - blogs de cine
Buscar en
Estás en CINE >> BLOGS >>

Perdidos en el tiempo

Un artículo de Víctima 2046 || 17 / 6 / 2010
lost

Nos contaba hace ya unos 7 años Danny Rubin las fuertes presiones que el equipo de Atrapado en el tiempo tuvo que afrontar a propósito de su argumento, cómo hasta última hora hubo serias incógnitas de que la fórmula planteada pudiera ser entendida o sobre todo aceptada, y cómo incluso Harold Ramis llegó a rodar escenas adicionales para tener preparadas posibles respuestas a las preguntas que su argumento planteaba.

La estructura argumental clásica intro-nudo-desenlace, lo ha llegado a ser por responder de forma completa a nivel narrativo, lo cual no quiere decir que toda propuesta deba resolverse siempre de la misma forma ni con las mismas técnicas. Es decir, no siempre tenemos por qué saber todo del argumento, las propias incógnitas tienen su función y su significado, y a veces desconocer es tan importante como conocer para cumplir con la propuesta de la cinta. Lo nombrábamos a propósito de las precuelas y su terco empeño en explicar orígenes que muchas veces quedaban mucho mejor en el imaginario colectivo (como es el caso de Star Wars, que citábamos entonces), dejando misterio para el origen de los personajes, centrándonos así en una parte determinada de sus vidas.

El caso es que Atrapado en el tiempo, como una de esas películas en que los astros se alinean, contó con la suerte para permitir que fuera justo lo que acabó siendo (y lo que la hace tan especial), no teniendo en ningún momento una explicación clara del porqué, dejando sutilmente una explicación relativamente clara del para qué. Algo que a la postre dio para interpretaciones filosofales varias, para que Rubin recibiera todo tipo de misivas haciéndole ver lo nítidamente que su película había acabado resumiendo la forma de ver las cosas de algunas religiones y creencias.

lost



No es la sección de este blog el terreno propio para las series, pero en más de una ocasión nos hemos cruzado con ellas por lo que tantas veces hemos dicho: la forma en que estas han terminado por absorber el potencial narrativo al que muchas películas han renunciado para ser clones de otras películas; que la importancia económica del fenómeno las haya elevado a lo que el cine quería ser; el uso de un formato que por su extensión daba para explorar mucho terreno al que el cine había renunciado... Y en esto llega Lost, y demuestra hasta qué punto se desoye lo que varias veces hemos dicho de los finales y su poca importancia respecto al camino que lleva hacia ellos, al entretenimiento ya ofrecido, y deja a demasiados maldiciendo por no resolver la incógnita final como si esta fuera la clave de sus vidas.

Entre los desertores, la crítica unánime va dirigida a los largos años invertidos esperando una respuesta. La búsqueda en foros, las interpretaciones, las insomnes noches buscando una forma de ubicar la isla en el mundo de la ficción. Inconscientes entre tanto de que sólo con eso ya habían obtenido un premio. Pero en lugar de responder a sus obsesiones, los autores de la serie se ponen elegéticos y dan uno de los finales más apasionantes posibles para rendir culto a los personajes y a las emociones que estos habían vivido (repletas de amargura, de heroicidades, gozos y miserias rodeadas de una desorientación que padecían tanto como nosotros, todo concentrado en un episodio como clímax final). Por el camino permiten que se reencuentren todos aquellos que debieron estar siempre juntos y que lo hagan a su vez con la audiencia a modo de despedida, dando con un punto adecuado para separarse de sus espectadores y decirles alto y claro que esto ha sido una parte de la vida de todos, que estará siempre ahí por mucho que algunos quieran inmolarse delante del televisor en señal de profunda indignación.

Llama incluso la atención la visceralidad con la que algunos se ensañan con la falta de respuestas que buscan en su vida. Particularmente graciosa la vertida en un medio digital ligado fuertemente con la ideología cristiana y habituado a las polémicas en el percal político, que se ensaña con sus espectadores y creadores tratándoles con enorme desprecio, con insultos directos, todo con las torpes palabras de quien tiene tan poco que aportar en lo formal como en lo argumental. Y vuelve a obcecarse en la necesidad de respuestas, y como decimos lo hace desde el bastión de una ideología que actúa de forma demasiado parecida a la de la serie (como expresa un personaje en el tramo final de Lost: “cada pregunta nos llevaría a otra pregunta”).

lost



Y aquí, sin trinidades, dogmas ni profetas de otros siglos, simplemente hay cosas que se nos pusieron en el camino por el bien del entretenimiento y se explicaron en ocasiones forzadamente. Se nos planteaban dudas en la última temporada de a qué estábamos atendiendo y qué significado real tenía esa otra vida que en el final de la penúltima temporada luchaban por tener. Y volver a ordenar mentalmente las piezas, aún cuando resulte irritante podría ser considerado también parte del encanto.

Probablemente entender que todo estaba limitado a ser un producto de ficción enormemente cumplidor, atender a sus mensajes de humanidad, redención y de ser parte de una función orquestal en nombre de un bien mayor sean premios pocos habituales en cualquier producto al tipo. Mientras, sí, otros se preguntan a dónde iba todo esto. Por qué Bill Murray despertaba una y otra vez en el día de la marmota.



Víctima del celuloide

El rincón en que el crítico torturado explica por qué el cine puede ser algo muy grande unas pocas veces, y algo muy, muy miserable muchas otras.

Actualización: Este blog se actualiza los jueves.

Blog administrado por Víctima 2046 - José M. Robado - Enrique Alpañes

ARTICULOS DE LOST

Buscar LOST en

Buscar LOST en NEWS









© Revista Fandigital.es 2000-2015
Revista iPad / | Contactar