En una entrevista concedida a The New York Times, el Edward Cullen de la popular saga vampírica Crepúsculo, Robert Pattinson, reconoce haberse aburrido del ritmo continuo con que se están produciendo y estrenando las adaptaciones de las novelas de Stephenie Meyers (Eclipse podrá verse en nuestro país a partir del próximo 30 de junio), lo que le ha atado a las mismas durante los últimos tres años.
Pattinson añade que también está perdiendo la paciencia con sus histéricas fans —huyendo de las cuales estuvo a punto de ser atropellado en Nueva York el pasado mes de junio— y con la presión mediática ligada a su relación sentimental con Kristen Stewart, co-protagonista de Crepúsculo y sus secuelas.
“Estoy muy agradecido al personaje de Edward, pero todo tiene que acabar. Y la buena noticia es que Crepúsculo acabará en unos meses”, ha concluido Pattinson en referencia al tiempo que queda para el estreno de las dos partes en que se dividirá Amanecer, última entrega de la franquicia.
No han faltado articulistas que han tachado a Robert Pattinson de “cándido” por estas declaraciones tan francas, e incluso de “irresponsable”, habida cuenta de que el fracaso comercial del drama Recuérdame y el varapalo crítico sufrido por Sin Límites (en la que encarnaba a Salvador Dalí) dejó en el aire la sensación de que tiene aún mucho que demostrar en tanto actor de talento y de potencial taquillero, más allá de los encantos de Edward Cullen.