James Cameron, director de Terminator y Titanic, se ha convertido en el adalid creativo de las tres dimensiones, que él empleó de modo muy artístico en Avatar y que Hollywood está sobreexplotando de modo oportunista.
Ya en febrero de este año, Cameron despotricaba contra Furia de Titanes y Alicia en el País de las Maravillas por haber recurrido sus responsables a la conversión tridimensional en posproducción (más barata) en vez de filmar las imágenes directamente en 3D (un proceso mucho más caro).
Cameron vaticinaba el cansancio del público si los grandes estudios abusaban de las tres dimensiones sin un mínimo de integridad, y concluía: “El éxito de Avatar ha hecho pensar que se pueden convertir películas rodadas en 2D a 3D en ocho semanas, cuando se trata de un proceso que debe supervisar el realizador durante la preproducción y el rodaje, y no el estudio durante su posproducción”.
Ahora, Cameron vuelve a la carga a propósito del estreno de Piraña 3D, dirigida por Alexandre Aja. El director de Avatar ha manifestado a la edición digital de Vanity Fair que “casi nunca tiendo a hundir otras películas, pero Piraña 3D es el ejemplo casi perfecto de lo que no debería hacerse en 3D. Desvirtúa esa técnica y nos retrotrae a malas películas de los setenta y los ochenta como Viernes 13, Parte 3 [1982]”.
Cameron añade: “Películas como Piraña 3D desvelan un uso de la tridimensionalidad estrictamente crematístico, sólo para exprimir el juego de franquicias agotadas porque es el juguete de moda: Martin Scorsese está rodando La invención de Hugo Cabret en 3D, Disney va a estrenar Tron Legacy en 3D…”
Mark Canton, productor de Piraña 3D, no ha tardado en reaccionar a través del departamento de relaciones públicas de Dimension Films, con palabras muy duras: “El Sr. Cameron se ve a sí mismo como un cineasta revolucionario, y está atrapado en su ego y su retórica cuando habla de otras películas […] No respeta el cine de género y consumo, del que han surgido maestros como Scorsese, Francis Ford Coppola y él mismo […] no respeta a Alexandre Aja y su equipo de colaboradores en Piraña 3D […] ni respeta a los aficionados que saben lo que quieren y han disfrutado de la película, entre ellos J.J. Abrams […] Déjame recordarte, James, que Piraña 3D ha obtenido una gran respuesta por parte de los críticos norteamericanos […] y que tú no has inventado el 3D”.
Además, Canton aprovecha para recordarle a Cameron que su debut como director fue precisamente la secuela de la Piraña original, Piraña 2: Los Vampiros del Mar (1981), un subproducto de cuyo resultado ha renegado siempre.