Contar en los papeles respectivos de Alonso Quijano y un nuevo Sancho Panza con Robert Duvall y Ewan McGregor, así como recortar su presupuesto de 35 a 20 millones de dólares, parecía asegurar al cineasta norteamericano Terry Gilliam sacar adelante por fin El hombre que mató a Don Quijote; un proyecto inspirado en la inmortal novela de Miguel de Cervantes que se frustró en el año 2000 a mitad de filmación, como relató el documental Lost in La Mancha.
Sin embargo, según ha confesado el propio Gilliam a la publicación especializada Variety, la financiación de la película se ha venido debajo de nuevo, debido a que las productoras implicadas no ven claro su posible atractivo taquillero; ni Tideland ni El imaginario del Doctor Parnassus, las más recientes realizaciones de Gilliam, han tenido demasiado éxito.
Dado que el director se ha comprometido a poner en pie para la English National Opera una nueva versión de la ópera sinfónica de Berlioz La condenación de Fausto, no podría volver a ocuparse de The Man Who Killed Don Quixote hasta septiembre de 2011. Tiempo que aprovechará para encontrar nuevos inversores, y para plantearse la conversión a 3D de Los Héroes del Tiempo (1981), una de sus primeras películas.