Sostiene una taza de café con la mano derecha y te mira a los ojos en cada una de las preguntas, a las que siempre responde sonriendo y dando las gracias. A sus cuarenta y seis años sus arrugas la embellecen, la hacen real. Con la ayuda de sus ojos inteligentes y vivos que hablan por ella, la entrevistamos en san sebastián a propósito de su nueva cinta, ‘being julia’.
Antes ha hablado de su pasión por el teatro, ¿se lo ha planteado como algo posible?
Me encantaría pero tengo cuatro niños y los tiempos son distintos, me resultaría muy difícil poder compaginarlo.
Usted y su marido siempre han expresado sus ideas política naturalmente, ¿qué opinión le merece la política actual de su país?
La verdad es que cada vez tengo más cuidado cuando doy mis opiniones sobre la política de mi país por eso de que las frases se sacan de contexto, aún así siempre opino, pero quien realmente quiera conocer mi ideología no tiene más que ver los personajes que interpreto, personajes que escojo y que dejan al descubierto mi ideología. De todas formas no es ningún secreto que soy demócrata y votaré a John Kerry, porque todo lo que está pasando me parece muy grave y hay que luchar por mejorar el mundo, como veo una gran diferencia entre lo que representan los demócratas y los conservadores, confío en que todo irás mejor en mi país y en el mundo.
¿No le gustaría a usted volver a trabajar con Warren Beatty?
Trabajar con mi marido me encantaría pero eso será el proyecto el que lo decida.
¿No cree que su vida personal ha mediatizado su trabajo de alguna manera?
Estoy orgullosa de mi vida privada pero es curioso tener que sentirse orgullosa de algo que es absolutamente normal e instintivo como es el hecho de ser madre; pero yo siempre he querido tener hijos y ser actriz aunque eso sea difícil de compaginar. Nunca me he planteado mi vida de una forma dividida sino que la necesidad de tener respon-sabilidades me parece un gran regalo.
San Sebastián le ha concedido el premio por toda su carrera ¿Qué destacaría en ella?
Todo, constantemente estoy aprendiendo. Cuando uno se siente seguro ya tiene un buen lugar en su profesión, pero eso aquí no ocurre nunca, es un proceso que no termina jamás, mientras mayor eres más frágil e inseguro. No recibo muchos premios por eso con este me siento tan bien, muy querida y arropada por el público y eso me encanta.