“The door in the floor” puede significarle su quinta candidatura al oscar, pero parece no importarle. Hace años que decidió “ser la antítesis de las estrellas de Hollywood” a pesar de los más de cincuenta personajes a sus espaldas. Más cercano a su papel en “El gran Lebowski” que al de figura del cine, se acomoda para darnos a conocer al verdadero Jeff Bridges.
¿Qué supone para usted el premio Donostia a toda una carrera?
Es una verdadera maravilla poder recibirlo porque siento que tengo mucho ‘feeling’ con los españoles, país que conocí hace ahora treinta y cinco años.Te cuento como fue, John Huston me citó para ofrecerme un papel en su próxima película y me dijo que para ello debía desplazarme a Madrid en España, una vez aquí la cita se produjo en el museo del Prado y sirvió para que Huston me comentara cuales eran sus cuadros favoritos de Goya, de Velásquez... Pero de su película nada. Yo salí entonces con la impresión de que me había desplazado hasta España de turismo. Pero me encanta que se acordaran de mí en aquí y me dieran este premio a toda mi carrera, es muy emocionante.
Pero John Huston a pesar de todo le llamó para su película...
(ríe) ¡Oh sí!, después me llamó para rodar “Fat City” fue una experiencia maravillosa, de las mejores películas de mi vida.
Una de sus favoritas, ¿y la favorita cual es? ¿con que papel de todos los que ha interpretado en su carrera se queda?
Casi siempre se queda uno con la última que ha interpretado además de por la promoción porque estoy con mi trabajo en “The Door in the Floor”. Me siento doblemente feliz por haber trabajado con Kim y por haber trabajado con Tod Williams que ya sabes que ha venido conmigo a promocionarla.
Pero al margen de esta, no me mires así, disfruté mucho con mis trabajos en “Los fabulosos Baker Boys” en la que guardo muy buen recuerdo de mi papel como productor... y como olvidar El gran Lebowski.
Ha hablado de su experiencia con Kim Basinger con la que ya coincidió hace años en la película “Nadine”; ¿como la encontrado tantos años después?
Kim, está maravillosa como siempre bella, encantadora...Trabajamos juntos hace ya diecisiete años en “Nadine” y éramos marido y mujer, ahora tantos años después volvemos a ser marido y mujer y parece como si fuéramos un matrimonio desde hace mucho que se separa un fin de semana y vuelve a reencontrase, ha sido absolutamente maravilloso.
Y ella, Dios, no ha cambiado, está magnifica dentro y fuera de la pantalla, es una auténtica diosa.
Dice que le gusta la fama que tiene porque eso le permite elegir papeles, pero se presta a la promoción de las películas que interpreta por ejemplo “The Door in the Floor”.
Veamos, pienso que las películas necesitan que se les apoye y por eso las promociono, aunque me canse que me exhiban y que intenten así atraer al público. Cuando estoy en EEUU hago algo de promoción, pero eso de saltar el charco y sus desordenes de sueño que me afectan mucho.
Volvamos a una de sus películas favoritas “Los fabulosos Baker Boys” en la que usted comparte protagonismo con su hermano Beau ¿existe algo de rivalidad entre ustedes?
No... Somos muy amigos y estamos en el mismo equipo, no sólo no somos competencia sino que además buscamos siempre algo en que trabajar juntos. Me considero una persona afortunada mis padres era personas maravillosas que nos animaron a entrar en el mundillo del cine y nos enseñaron lo fundamental de esta profesión, una de las cosa más importante que me decía mi padre: “Tienes que escuchar, para saber actuar tienes que escuchar”. Así pude empezar a trabajar en una serie de televisión con sólo ocho años, porque en ella trabajaba mi padre (Lloyd Bridges). Yo acepté trabajar por librarme de la escuela.