El actor James Franco va ganándose poco a poco el reconocimiento del público gracias a sus intervenciones en Mi nombre es Harvey Milk, Come Reza Ama y la trilogía Spider-Man de Sam Raimi (en la que interpretó a Harry Osborn). Franco es el protagonista absoluto de la nueva película del oscarizado Danny Boyle, 127 hours, así como de Rise of the Apes, precuela de la saga El Planeta de los Simios.
Sin embargo, este intérprete nacido en 1978 en Palo Alto (California) tiene una carrera paralela como guionista y realizador muy poco conocida. En 2005 dirigía Fool’s Gold, comedia basada en una obra teatral escrita por él mismo; en 2006, The Ape, una farsa co-escrita por uno de sus más estrechos colaboradores en estas lides, Merriwether Williams; en 2007, Good Time Max, un drama exhibido en numerosos festivales; y, en 2009, los cortometrajes Herbert White, The Clerk’s Tale, Masculinity and Me y The Feast of Stephen.
Ese mismo año, Franco debutó como realizador de documentales con Saturday Night, que, como indica su título, contaba el desarrollo del programa humorístico más famoso de Estados Unidos, Saturday Night Live.
Todas las películas citadas se han concretado con presupuestos exiguos y Franco en los papeles principales, por aquello de brindarles más repercusión. Su nuevo proyecto supone un paso adelante de importancia, pues se trata de una producción desahogada: The Adderall Diaries, adaptación de las memorias del escritor Stephen Elliot, quien superó una época de bloqueo creativo interesándose por un juicio por asesinato, un poco al estilo de Truman Capote cuando escribió A Sangre Fría.