Aunque no haya llegado a oídos de demasiados espectadores, uno de los movimientos cinematográficos más apreciados hoy por hoy por la crítica estadounidense es el llamado mumblecore. Rodadas con poquísimos medios y cámaras digitales, con atención prioritaria a la interacción de los actores, las películas encuadrables en el mumblecore están siendo consideradas relevante factor de renovación y cambio en Hollywood.
Uno de los títulos más prestigiosos del género es Humpday (2009), comedia sobre dos amigos que deciden en plena borrachera facturar una película porno gay que habrían de protagonizar ellos mismos… Humpday ganó los premios a la mejor directora (Lynn Shelton) y los mejores actores (Mark Duplass y Joshua Leonard) en la última edición del Festival de Gijón, y algunos analistas no han dudado en incluirla en sus particulares listados de lo mejor de la década pasada.
Es normal, por tanto, que Lynn Shelton haya conseguido que se interesen por su próximo proyecto dos pesos pesados actuales de la interpretación femenina: Emily Blunt (en la imagen, El hombre lobo) y Rachel Weisz (La Fuente de la Vida) encarnarán a dos hermanas entre las que no es capaz de decidirse sentimentalmente un tipo, a quien dará vida de nuevo Mark Duplass.
Esta comedia, aún sin título, obligará a Blunt y Weisz a exprimir al límite sus registros, pues una de las características como realizadora de Shelton, que hacen de ella digna exponente del mumblecore, es que el guión sólo se esboza, y va concretándose sobre la marcha dependiendo de las reacciones de los actores durante el rodaje.