En todo momento se nota una narración distante, funcional y sin vínculos afectivos hacia sus protagonistas o lo narrado.
Luis Berdejo (a veces, Luiso) es uno de los jóvenes cineastas españoles que han decidido trasladarse a Estados Unidos para comenzar su trayectoria en el largometraje. Potente cortometrajista (For(r)est in the Des(s)ert, La Guerra) ha demostrado soltura en la escritura de guiones, donde se siente especialmente cómodo en el género de terror o suspense: REC, Imago Mortis, REC Génesis.
Como cineasta primerizo en Los Ángeles a Luis Berdejo no le ha quedado otra que aceptar un encargo. Eso sí, ha procurado que el guión elegido para dirigir estuviese lo más cerca posible de sus intereses temáticos. El guión de John Travis sobre un relato corto de John Connolly así lo aparenta pues se trata de un suspense con elemento sobrenatural, algo ya tratado por el realizador donostiarra.
El proyecto ya tenía en su agenda a la actriz Ivana Baquero que suma otro tanto a su carrera internacional después de deslumbrar con El Laberinto del Fauno (Guillermo Del Toro, 2006). Para el protagonista se pensó en Kevin Costner, aunque sin grandes esperanzas de que se sintiese atraído por este tipo de cine tan alejado de su carrera. Sin embargo, el actor dijo sí a la primera, lo que supuso un buen espaldarazo a la puesta en marcha y comercialización posterior del proyecto.
El guión de John Travis, su segundo trabajo para el cine, no deja de ser una convencional historia de suspense con elemento sobrenatural donde la verosimilitud de muchos hechos quedan a la buena predisposición del espectador ante el género. Aún contando con una producción aseada y eficiente, el tema y el suspense no trasciende su circunstancia, desaprovechando temas tan a mano como la custodia de los hijos por parte del padre tras una separación, los errores que pueden cometer los adolescentes en el descubrimiento del sexo o la eliminación de los restos de la cultura nativa en muchos estados norteamericanos.
Con estos elementos entre manos y con una capacidad creativa de maniobra muy limitada, Luis Berdejo ilustra la historia con imágenes asépticas, sin adentrarse en aventuras narrativas tan estimulantes como la de su corto For(r)est in the Des(s)ert (2006), probablemente su mayor hito como narrador hasta el momento. En todo momento se nota una narración distante, funcional y sin vínculos afectivos hacia sus protagonistas o lo narrado.
La Otra Hija no contiene ni una sola imagen perturbadora o memorable, a pesar de que su tema sobre una cultura indígena latente podía dar mucho juego. Los personajes resultan planos o directamente desperdiciados, como sucede con el de Samantha Mathis, una actriz en auge. Ivana Baquero aporta un punto de misterio y sensualidad a su personaje pero también está lejos de lo que podría haber ofrecido. Por último, el final descaradamente abierto a posibles continuaciones termina de rematar una función que no merecía un remate tan indigno y poco sutil.
Queda pues ante nuestros ojos un producto meramente televisivo, para disfrutar alguna noche de fin de semana en algún canal de pago y cuyo consumo no conlleve ninguna preocupación más. De hecho, en Estados Unidos se ha comercializado directamente en DVD. Seguimos confiando en que el talento de Luis Berdejo como realizador aflorará a la menor oportunidad en cualquiera de sus próximos proyectos, sin verse obligado a cambios de conducta por otros intereses que no sean los puramente creativos.