No es un secreto en las industrias del comic y el cine norteamericanos que el conglomerado Marvel está lejos de ser generoso a la hora de financiar sus apuestas creativas y a sus artistas. Por poner dos ejemplos recientes, tanto Jon Favreau (director de las dos entregas de Iron Man) como Samuel L. Jackson (intérprete en ambas de Nick Furia) han tenido problemas a la hora de renegociar sus contratos con la conocida popularmente como Casa de las Ideas.
Estas estrategias rácanas de la Marvel, unidas a lo que se ahorra como productora al no pagar derechos para la explotación cinematográfica de sus propios personajes, se cuentan entre las razones principales por las que sus proyectos son tan rentables, más allá de lo que recauden. Así, Iron Man, rodada en 2008, le costó a Marvel lo mismo que a Sony seis años antes Spider-Man: 140 millones de dólares.
Y esa es exactamente la cifra que Marvel pretende destinar a Los Vengadores, según asegura la página web Bleeding Cool. Un coste menor en un 30% al de la reciente Iron Man 2 (cuyo presupuesto fue de 200 millones de dólares), lo que deja perplejo teniendo en cuenta que en el film aparecerían el propio Hombre de Hierro, Hulk, el Capitán América, Thor, la Viuda Negra, Nick Furia, un buen puñado de villanos, y las estrellas de turno en los papeles respectivos.
Dado que la realización de Los Vengadores arranca el próximo mes de febrero con vistas a su estreno el 4 de mayo de 2012, las restricciones presupuestarias en términos de producción y marketing planteadas por los directivos de Marvel son tan repentinas y traumáticas que habría empezado a barajarse la idea de retrasar el proyecto.
Sin embargo, el hecho de que la todopoderosa Disney (dueña de la Marvel desde agosto de 2009) haya desembolsado ni más ni menos que 115 millones de dólares para comprarle a Paramount los derechos de distribución que esta ostentaba sobre Iron Man 3 y Los Vengadores, hace pensar a algunos analistas que se pondrá toda la carne en el asador a fin de que las aventuras del grupo de superhéroes más famoso del mundo estén a la altura de lo que se espera de ellos y de una propuesta conjunta Marvel/Disney. Traducido en cifras, un presupuesto en torno a los 300 millones de dólares; el mismo que disfrutó Piratas del Caribe: En el Fin del Mundo (2007), hasta la fecha la película más cara jamás producida.