Hace unos días, os contábamos la intención de Marvel de convertir Iron Man 3 en una secuela no tanto de sus predecesoras como de Los Vengadores, sin duda la gran apuesta cinematográfica de la editora y productora para los próximos años, de cuya suerte dependerá toda una política de futuras adaptaciones a partir de sus personajes de cómic.
Era el mismo Jon Favreau quien desvelaba la noticia a la MTV, aunque por entonces no podía sospecharse lo descontento que el director de Iron Man y Iron Man 2 estaba con el hecho. Favreau, como os informamos a propósito de la elección de Joss Whedon como realizador de Los Vengadores, ya había tenido sus más y sus menos con el ejecutivo de la Marvel Kevin Feige durante el rodaje de Iron Man 2: el primero quería ante todo firmar una película armoniosa y coherente; el segundo, retroalimentar las franquicias de Marvel a lo largo del metraje.
Las discusiones entre ambos, sumadas a la conocida racanería de Marvel con quienes trabajan en sus cómics y películas, impidieron, de hecho, que Favreau dirigiese Los Vengadores a favor de Whedon —menos cotizado y, por tanto, más barato—. Con la decisión de Favreau de no dirigir Iron Man 3, sabida hace pocas horas, se confirma su ruptura total de relaciones con Marvel.
Es interesante apuntar que el intérprete de Tony Stark, Robert Downey Jr., es amigo íntimo de Jon Favreau (al menos hasta que se estrenó Iron Man 2, las lenguas dicen que su relación se agrió irremisiblemente durante la filmación de este film). Y que su contrato con Marvel (que concluye con Iron Man 3) fija que tiene derecho a vetar cualquier elección de un nuevo director que no le guste. Lo cual hace que, por mucho que se empeñe Marvel en escoger a un cineasta por cuatro duros, el actor siempre podrá decir que no y forzar que sucedan cosas interesantes…
Para dirigir Iron Man 3 han saltado de inmediato a la palestra los nombres de Guy Ritchie (que se ha entendido de maravilla con Downey Jr. en las dos entregas de Sherlock Holmes) y Brett Ratner (que a nadie le gusta, pero hizo una faena de aliño aceptable en X-Men 3: La Decisión Final cuando pasó entre Bryan Singer y la Fox algo parecido a lo que ahora ha sucedido entre Favreau y Marvel).