Pese a que Harrison Ford se está adentrando en unas edades verdaderamente provectas y antes o después todo el mundo —incluyendo sus protagonistas— ha llegado a la conclusión de que Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal (en la imagen) fue un fiasco absoluto, la producción de una quinta aventura del arqueólogo más carismático de la historia del cine sigue su camino, con rumores de lo más variopinto sobre ella saltando a la palestra cada cierto tiempo.
El último, que según más de un medio estadounidense está lejos de ser solo cotilleo, se referiría al futuro del personaje. La más atrevida al respecto ha sido la página Showbiz Spy, que presta su portada a la supuesta intención por parte de Harrison Ford de hacer que Indiana Jones fallezca en la próxima película, pasando el testigo de sus peripecias a su hijo Mutt Williams (encarnado por Shia LaBeouf).
Ford ya habría comunicado su deseo al productor George Lucas y al director Steven Spielberg, haciéndoles ver que sería una manera de engrandecer la leyenda del personaje y la suya propia como actor, y que la expectación entre los fans sería tal que podrían perdonar fácilmente que la película tampoco fuese nada del otro jueves.
Al parecer, Lucas se está resistiendo a acceder a lo que pide Ford, mientras Spielberg al menos lo estaría considerando. Ambos tendrían dudas razonables en torno a enterrar a un personaje tan rentable como el Dr. Jones a favor de otro tan discutible como Mutt Williams.
Por su parte, los representantes de Harrison Ford han desmentido tajantemente la noticia, añadiendo que la quinta entrega de Indiana Jones se halla en un estadio tan temprano de producción que cualquier especulación sobre ella es pura imaginación.
Puede que haya lectores que a estas alturas se pregunten el porqué del empeño de los tres principales implicados —Lucas, Spielberg y Ford— por seguir abusando del bueno de Indy. Aparte la pecuniaria o el ansia por reverdecer viejos laureles, debería recordarse que, en su biografía no autorizada de Steven Spielberg, John Baxter asegura que cuando los tres firmaron con Paramount allá por 1979 la realización de la seminal En busca del arca perdida (1981), su contrato especificaba que filmarían otros cuatro títulos con el arqueólogo como protagonista de tener éxito la cinta original. Cosa que treinta años puede confirmarse ocurrió…