A Nathan Fillion (en la imagen) hemos podido verle en series como Buffy, Firefly, Mujeres desesperadas y Castle. Además, ha prestado su voz a la saga de videojuegos Halo. Su ductilidad dramática y su parecido físico con el protagonista del videojuego de aventuras Uncharted, ha incitado a sus fans a emprender una agresiva campaña para que sustituya a Mark Wahlberg como protagonista de la inminente versión cinematográfica del videojuego publicado por Sony para la PS3.
Uno de los admiradores de Fillion llegó a encararse recientemente con David O. Russell, realizador previsto de Uncharted, para pedirle que reconsiderara su elección. Russell —amigo de Wahlberg, con quien ha trabajado en tres ocasiones— salió como pudo de la situación, aunque después se supo que un conocido le ha hecho llegar Firefly en DVD a fin de que pudiese valorar el trabajo de Fillion.
Tampoco los seguidores del videojuego —cuya tercera entrega, Uncharted: Drake’s Deception, se pondrá a la venta en noviembre de 2011— están demasiado contentos con la elección de Wahlberg ni, ya puestos, de Russell, como responsables de la adaptación a la pantalla. Ninguno olvida que Wahlberg protagonizó en 2008 Max Payne, versión desastrosa de otro videojuego; y Russell ha inquietado a propios y extraños al declarar que su visión de Uncharted pasa por combinar la aventura con la tragicomedia familiar, al estilo Indiana Jones y la Última Cruzada. Algo nada de extrañar teniendo en cuenta que, como apuntábamos cuando se supo que dirigiría Uncharted, Russell no tiene experiencia en el cine de acción sino en el ámbito de la comedia dramática.
El desarrollador de Drake's Deception, Justin Richmond, ha echado más leña al fuego al afirmar que, según sus informaciones, ni Mark Wahlberg tiene asegurado al cien por cien encarnar a Nate Drake, ni Russell se atreverá a plantear la película de Uncharted en otro registro que no sea el de la aventura desenfrenada.