El pasado 3 de diciembre os informábamos de que Buried, el thriller de Rodrigo Cortés protagonizado por Ryan Reynolds, había visto cómo su guión era considerado por el gremio de la crítica estadounidense el mejor de este año.
Entusiasmado por este galardón inesperado, el escritor del film, Chris Sparling, ha cometido un terrible error que bien puede impedirle a Enterrado no solo el competir en el apartado de mejor guión original en los Oscar, sino mala prensa de cara a los demás premios correspondientes al mejor cine de 2010 que quedan por otorgar.
Y es que Sparling ha violado una de las principales normas de los Oscar, aquella que impide a los posibles nominados influir en la decisión de los votantes, al enviar masivamente a los académicos de Hollywood una carta en la que detallaba los méritos de su guión, incluía fragmentos de reseñas favorables al mismo, y solicitaba a sus interlocutores que incluyeran en cuarta o quinta posición de sus papeletas a Enterrado. Un detalle final de lo más ingenuo por parte de Sparling, ya que si un título no figura en el primer o segundo puesto de las preferencias de los votantes, no tiene opciones a ser nominado al Oscar.
El escándalo ha sido desvelado en las páginas de Entertainment Weekly, y recuerda al protagonizado el año pasado por uno de los productores de En Tierra Hostil, Nicolas Chartier, vetado en la última ceremonia de los Oscar por haber enviado a miembros de la Academia correos electrónicos en los que les incitaba a votar por la cinta bélica de Kathryn Bigelow y menospreciaba a su principal competidora, Avatar.