El inminente estreno (17 de diciembre) de la secuela de Ocean's Eleven titulada "imaginativamente" (y por el añadido de otro personaje) Ocean's Twelve, puede haber acabado con la vocación y energías de Steven Soderbergh.
El aclamado realizador, conocido por trabajos como Traffic (cuya protagonista Catherine Zeta-Jones se une al reparto de George Clooney, Brad Pitt, Matt Damon, Andy Garcia, Don Cheadle, Bernie Mac y Julia Roberts...) ha confesado que la cinta fue para él un auténtico suplicio, y que aunque los actores pudieran haberlo pasado bien, él ha acabado lo suficientemente harto como para retirarse definitivamente. Que no se siente con energías para dar más de lo que se pide de él y de su nombre.
A pesar de que este tipo de anuncios se producen con una cierta regularidad en el cine sin efectos directos (podrían mencionarse los casos de los actores Anthony Hopkins, Brad Pitt y Gwyneth Paltrow...) sí parece que la superproducción repleta de artistas, productores (aún cuando sea su "apreciado" Jerry Weintraub) y presiones han hecho mella en su autoría y estar inserto en un proyecto ajeno tan medido de antemano, ha terminado por desearle un futuro lejos de la gran pantalla. Según él en el mundo de la fotografía.
Aunque justo sea decirlo: pasar por el rodillo de ese Hollywood que es tan políticamente correcto maldecir, y rodar una secuela de una película que era un remake clásico, con tanta estrella a la que sacar jugo en taquilla, no le habrá sido en balde. Seguro que es más fácil retirarse con los bolsillos llenos.