A los fracasos críticos y comerciales de Nueva York para principiantes, Jennifer's Body y Jonah Hex, la bellísima actriz estadounidense Megan Fox debe sumar ahora el de Passion Play.
Este drama criminal ambientado en los cincuenta cuyo reparto encabeza Fox junto a Mickey Rourke y Bill Murray, tuvo una recepción tan desastrosa en la última edición del Festival de Toronto que sus productores han decidido venderlo en DVD a partir del próximo 31 de mayo sin estrenarlo antes en cines.
Las airadas protestas del director debutante del film, Mitch Glazer (guionista de títulos como Los fantasmas atacan al jefe y La prueba), que ve cómo su carrera tras la cámara prácticamente ha terminado antes de arrancar, no han sido escuchadas.
El futuro de Megan Fox como actriz tras sus desavenencias con el director Michael Bay, el consiguiente abandono de la saga Transformers y tantos fiascos consecutivos no está nada claro. Aunque mientras su lozanía física perdure, podrá contentarse con contratos millonarios como el de modelo que firmó con Armani en 2009, que ha dado lugar entre otras muchas a la imagen tan sugerente que ilustra este artículo.