Tras la renuncia de Universal Pictures a producir En las Montañas de la Locura, y su bloqueo de BioShock hasta que sus responsables accedan a rebajar su nivel de violencia para que los menores puedan verla sin problemas, las últimas noticias de Hollywood continúan apuntando al miedo a las películas de grandes presupuestos, que la crisis y la piratería hacen imposible puedan ser rentables en taquilla. La tendencia, como puede percibirse en nuestras carteleras un viernes sí y otro también, camina en la dirección de la serie B y hasta Z. Películas baratas como Faster, Piraña 3D, Paranormal Activity, En tiempo de brujas, Destino Oculto.
Las dos siguientes superproducciones en caer han sido adaptaciones de sendos libros: Dune, basada en la canónica novela fantástica de Frank Herbert, que Paramount Pictures quería llevar otra vez al cine antes de perder los derechos sobre ella. Sin embargo, pese al interés sucesivo en el proyecto de los directores Peter Berg (Hancock) y Pierre Morel (Venganza), Paramount se había negado a elevar su presupuesto por encima de los cien millones de dólares, lo que los citados consideraban insuficiente para hacer justicia al texto de Herbert. Finalmente, Paramount ha desistido de renovar sus derechos sobre Dune.
En cuanto a Guerra Mundial Z, adaptación del best-seller de Max Brooks que ficciona una invasión zombie a nivel mundial, iba a ser dirigida por Marc Forster con Brad Pitt como productor y protagonista (la imagen corresponde a concept art de la misma). Pero también está a punto de ser cancelada por Paramount, que no encuentra quien le ayude a financiar un presupuesto estimado en más de 125 millones de dólares. El hecho de que Forster haya aceptado rebajar la violencia de las imágenes de Guerra Mundial Z para que pueda ser vista por menores, podría suponer la entrada en el proyecto de la productora Oracle Corp. En este caso, no todo está perdido.