Oficialmente, Wayne Kramer (La prueba del crimen, Territorio prohibido) abandona Headshot porque el tono que pretendía imponer a esta adaptación del comic de Alexis Nolent y Colin Wilson Du plomb dans la tête era demasiado oscuro y violento para el protagonista previsto del film, Sylvester Stallone, y sus productores, Alfred Gough y Miles Millar.
Extraoficialmente, parece que Kramer se ha atrevido a criticar los cambios que Stallone había introducido en el guión de Alessandro Camon, calificándolos de cursis y empalagosos. No ha durado ni un minuto más en el proyecto.
Su probable sustituto es Walter Hill, director que se labró una fama considerable en el ámbito de la acción durante los ochenta gracias a títulos como Driver (1978), Límite: 48 horas (1982), Calles de Fuego (1984) y Traición sin Límites (1987). Hill, sin embargo, lleva años sumido en la decadencia, por lo que podríamos hablar de recambio de emergencia para Stallone y compañía, y de encargo alimenticio para el realizador.