Sería imposible escribir una historia de los efectos especiales sin referirse a Douglas Trumbull, partícipe de hitos cinematográficos en el campo citado como 2001: Una Odisea del Espacio (1968), Encuentros en la Tercera Fase (1977) y Blade Runner (1982; en la imagen, el artista durante su rodaje). Trumbull es asimismo director de dos títulos de culto en el género de la ciencia-ficción: Naves misteriosas (1972) y Proyecto Brainstorm (1983).
Después de ganar en 1993 un Oscar honorífico por la invención de una nueva cámara en 65 mm, parece que Trumbull hubiese desaparecido de escena, pero no ha dejado de investigar e innovar en la sombra, como demuestra el proyecto que acaba de hacer pública The Hollywood Reporter: un largometraje que producirá también él mismo a través de la compañía Magnetar Productions, y que incorporará los últimos avances en tecnología tridimensional y fotogramas por segundo (más de 60 en vez de los tradicionales 24).
Tecnología esta última que también aplicarán Peter Jackson a El Hobbit y James Cameron a las secuelas de Avatar, y que llevará la imagen digital a grados inéditos de verosimilitud y sofisticación, como ha subrayado el propio Trumbull: “En breve seremos capaces de simular en pantalla con toda fidelidad cualquier textura que deseemos. Y no solo eso, dispondremos de la tecnología que nos permitirá seguir mejorándolas incesantemente. No hablaremos de una mejora concreta, determinada, de la tecnología, como las que supusieron 2001 o Blade Runner; sino de una evolución orgánica y continua de la misma”.
El guión de la película que prepara Trumbull está ultimándose en estos momentos. Mientras, el cineasta ha probado sus nuevos avances en Golden Eyes, un videoclip para la cantante Dana Fuchs ya en posproducción.