Se confirma lo que se llevaba rumoreando unos meses: la próxima película de Quentin Tarantino será un spaghetti western, cuyo guión recién terminado gira en torno a un esclavo emancipado tras la Guerra de Secesión norteamericana, que trata de liberar a su mujer de las garras del diabólico dueño de una plantación agrícola.
De esta manera, Tarantino vuelve a dar fe de su condición de cineasta cinéfilo, que gusta de reinterpretar los géneros populares que mamó como simple espectador: en Reservoir Dogs, Pulp Fiction y Jackie Brown, la novela y el cine negros; en las dos entregas de Kill Bill (habrá una tercera en 2014), el cine de artes marciales; y en Malditos Bastardos, el bélico.
En cuanto a Django Unchained, se inspira en el antihéroe creado por Sergio Corbucci y encarnado por el actor italiano Franco Nero para una de las muestras de spaghetti western más violentas y populares de su tiempo, Django (1966, en la imagen), que inspiró decenas de secuelas no oficiales y, en 2007, Sukiyaki Western Django, homenaje del realizador japonés Takashi Miike que contó precisamente con Tarantino en un rol secundario. Además, una de las escenas cumbres de la citada Reservoir Dogs, aquella en la que se le corta una oreja a un policía, se inspira directamente en la Django de Corbucci.
Parece ser que Franco Nero tendrá un papel de cierta relevancia en Django Unchained, y también figurará en su reparto Christoph Waltz, ganador gracias a Malditos Bastardos del Oscar al mejor actor secundario por su interpretación del nazi Hans Landa.