Amor, amistad, aventura, mitología...estos son algunos elementos que nutren la última producción de Dreamworks en materia de animación.La enorme factoria de Spielberg ha elegido un relato de las mil y una noches para luego adaptarlo a su manera, de hecho ya destrozó la leyenda del Dorado hace algunos años.
En un intento por alejarse de su fiel competidora, la Disney de toda la vida, Dreamworks opta por el dinamismo más refinado, una técnica de animación digital cada vez más pulida( el efecto de la ondulación del mar es magnífico)y por personajes pícaros cuyos toques de humor no sólo harán reír a los más pequeños."Simbad, la leyenda de los siete mares" es puro divertimento en el que se mezcla aventura a raudales( la lucha con los monstruos de las mareas, la jovial escena de las sirenas, por no decir la huida del gran pajarraco a través del hielo), mitología griega y un sentido del humor de lo más moderno.Simbad y su tripulación acompañados por Marina( y aquí surge la manida guerra de sexos)se verán inmersos en un increíble viaje donde deberán recuperar "el libro de la paz", robado por la diosa Eris.
Así, la espectacularidad de la animacióm en 3D unida a la técnica más clásica hace de "simbad" una imaginativa epopeya con la que pasar un buen rato delante de la pantalla, cuya duración(escasos 85 minutos)ya quisiéramos que se repitiera en más de una película. Mención especial recibe el doblaje realizado por Miguel Angel Muñoz( es la viva imagen de Simbad, no sé que pensaría Brad Pitt de esto, doblador original del film) y Natalia Millán, que realizan un trabajo soberbio.Lo dicho, lleven a sus hijos a verla, pero no se sorprendan si los que más se ríen son ustedes mismos. Sin complejos.