En 1994 se estrenaba La boda de Muriel, comedia agridulce australiana que lanzó al ruedo internacional a su protagonista, Toni Collette, y a su director, PJ Hogan.
Diecisiete años después, Collette y Hogan volverán a trabajar juntos en Mental, otra comedia rodada en el país natal de ambos. Mental contará las desventuras de una familia sometida a los dictados de una peculiar niñera, tan carismática como enloquecida.
Desde el muy exitoso estreno de La boda de Muriel, nominada además en su momento a los BAFTA y los Globos de Oro, las carreras de Collette y Hogan han seguido rumbos muy distintos. La actriz se ha convertido en una de las secundarias más sólidas del cine de Hollywood: ha sido nominada al Oscar por El sexto sentido (1999), ha ganado el Emmy y el Globo de Oro por su papel protagonista en la serie United States of Tara, y ha trabajado en títulos tan reputados como Velvet Goldmine (1998), Las horas (2002) y Pequeña Miss Sunshine (2006); pronto la veremos en el remake de Noche de Miedo.
En cuanto a Hogan, tras triunfar también en taquilla con La boda de mi mejor amigo (1997), dirigió dos películas no demasiado bien recibidas, Amor sin condiciones (2002) y Peter Pan: La gran aventura (2003), y lleva unos años refugiado en la pequeña pantalla.