Entraron a eso de las 9.30 de la noche, todos juntos, el equipo al completo, incluido el productor Fernando Bovaira cada vez más acostumbrado a producir películas de éxito, y con la misma disposición que el resto para comerse el mundo, aunque para eso todavía faltaría un buen rato.
Los periodistas allí congregados esperamos la llegada de los famosos desde la 7.30 de la tarde, a eso de las ocho debían empezar a aparecer todos para comenzar a ocupar sus asientos.
El primero en aparecer además de Fernando Lara, fue David Trueba (Soldados de Salamina) en calidad de vicepresidente de la academia, en esta ocasión no tenia ninguna película que le pudiera ofrecer alegrías o disgustos.
Después comenzaron a llegar las actrices, el frío de la noche a punto estuvo de arruinar la triunfal entrada de alguna de ellas y más de una dudo si quitarse el abrigo.
La primera en aparecer fue Goya Toledo, muy aplaudida seguida de la menor de las hermanas Cruz. Mónica arrancó también el aplauso de los asistentes, pero sin duda la gran estrella de la noche fue Penélope Cruz, radiante vestida con un traje negro de Chanel y dispuesta a ganar el Goya como mejor actriz, aunque según nos dijo “el premio es la nominación y que la gente vea tu película, qué más se puede pedir”, sobre todo cuando a su corta edad ya ha podido disfrutar de un Goya por La niña de mis ojos, además del Oscar de Belle Epoque.
La alfombra seguía llenándose de rostros populares, Ana Belén y su marido Víctor Manuel acompañados por Pastora Vega.
Una de las grandes ovaciones de la noche fue para los actores Santi Millán y Fernando Tejero, pocos pudieron eclipsarlos a ellos.
Fernando Trueba también entre los presentes, recogería después el Goya al mejor documental por su último trabajo El milagro de Candela.