Cuando Mark Steven Johnson (Minnesota, 1943) inició su carrera en Hollywood allá por los noventa del pasado siglo, fue como guionista en títulos de cierta aceptación crítica y comercial como Dos viejos gruñones (1993), Discordias a la carta (1995), Mi querido enemigo (1996) y Jack Frost (1998). Su ópera prima como realizador, El inolvidable Simon Birch (1998), también recibió los parabienes del público y la prensa.
Todo cambió cuando Johnson dirigió en 2003 Daredevil y en 2007 El motorista fantasma (en la imagen, Johnson durante la promoción del film). Adaptaciones de sendos personajes de la Marvel, ambas saldaron su carrera comercial modestamente y fueron masacradas por crítica y aficionados al cómic. Del fracaso creativo de Johnson da cuenta que su labor en la secuela de El motorista fantasma, Spirit of Vengeance, ha sido meramente contractual, como productor ejecutivo, y que los responsables del reboot de Daredevil que se prepara ahora mismo en el seno de Fox no quieren ni oír hablar de él.
Resulta sintomático que Johnson haya estado cuatro años en el dique seco, con la excepción de una comedia dirigida a partir de guión ajeno y que pasó por las carteleras sin pena ni gloria: En la boda de mi hermana (2010). Ahora, sin embargo, se le concede otra oportunidad.
Nos referimos a Autobahn, definida por quienes han leído el guión de Greg Russo como una mezcla de Speed (1994) y Rescate (1996). El protagonista del film es un antiguo corredor de Fórmula 1 que, tras ser secuestrado, despierta en el arcén de una autopista alemana al volante de un BMW repleto de explosivos. Si no quiere que su mujer y su hija mueran, nuestro conductor habrá de estrellar su carga mortal en un objetivo que le indicarán sus captores…
Autobahn iba a llamarse inicialmente I-95 y a ubicar su acción en esa interestatal norteamericana, que une Maine y Florida. Pero su título y localizaciones han cambiado con vistas a despertar más interés en el público internacional.