Sí, estimado lector, en este artículo se va a hablar de cine español, no te voy a engañar. Si no te interesa, pulsa Ctrl + F4. Ya.

Se acabó el verano. Se acabaron los blockbusters de superhéroes, las comedias desbarradas, la revisitación de clásicos, los documentales solidarios o anti-algo... Ahora le toca el turno al cine español.

¿Qué?. ¿Qué pasa?.

En septiembre y octubre tendremos oleada de cine español que va desde el guerracivilismo a la almodovariada, sin dejar pasar el terror nacional, el género con aires de autor, la comedia futbolera y hasta la adaptación de un cómic español. Sí. Como lo oyes. Un cómic español. No hace falta que te esfuerces mucho, no hay tantos ni tan célebres como para una adaptación al cine.

Ha llegado Septiembre.

Comienza el mes con La piel que habito, del cineasta más admirado y odiado del país, la perla del nuestro cine a nivel mundial, Pedro Almodóvar. Los que la han visto dicen que es seca, escueta, tensa y que hay dosis de terror en su metraje, lo que sería la primera incursión del manchego en este género. Almodóvar siempre tiene interés, es un cineasta muy astuto, pero poder confirmar el imparable crecimiento interpretativo de Elena Anaya es aún más atrayente, ahí están Hierro (Gabe Ibañez, 2009) y Habitación en Roma (Julio Medem, 2010) para demostrarlo.

A mitad de mes llega No habrá paz para los malvados, tercer encuentro de la pareja más interesante del cine español con permiso de todas las parejitas de actrices y actores incipientes que han saltado de la tele a la gran pantalla para comerse el mundo. Hablo de Enrique Urbizu y José Coronado, un tándem que ya nos ha regalado dos joyitas del cine negro patrio, La caja 507 (2002) y La vida mancha (2003), ambos afirman haber llegado más lejos en esta. Quienes tiene la fortuna de haberla visto hablan de unos quince primeros minutos colosales, puro y clásico cine negro. Qué ganas. Por cierto, ambos ya están preparando su siguiente colaboración, Armas y conversaciones.

Y llegará octubre y con él...

...Las aventuras del Capitán Trueno. Pardiez. Más de diez años han tardado en sacar adelante el proyecto, ya sólo por eso vale la pena verlo. Y por ver cuánta contaminación del modo de narrar norteamericano hay en esta aventura tan típicamente española. Tras bajarse del carro Juanma Bajo Ulloa, qué lástima, ha sido el todoterreno Antonio Hernández quién la ha dirigido. En la piel del héroe, una buena elección, a priori, por el físico: Sergio Peris-Mencheta. Y ojito, Sigrid está encarnada por Natasha Yarovenko, la compañera de reparto de Elena Anaya en Habitación en Roma y Goliat por el ex-atleta Manolo Martínez... ¡Santiago y cierra España!

Sin mucha espera, quizá el mismo fin de semana, podremos ver el siguiente paso en la carrera internacional del director Juan Carlos Fresnadillo, Intruders. Muy reconocido por su trabajo con los zombies de 28 semanas después (2007), al canario le ha caído un proyecto bombón, un thriller de terror con reparto de lujo: Clive Owen, Daniel Brühl y Pilar López de Ayala. Guión también de españoles... apetece mucho, mucho, bastante, verla.

Y cuando aún no nos hallamos repuesto de los sustos de Intruders nos llegará Mientras duermes, la nueva peli de miedo de uno de los creadores de la saga Rec, Jaume Balagueró. En el reparto Luis Tosar, Marta Etura y Alberto San Juan. Y también parece que tendrá a un edificio como protagonista y a su inquietante portero. Balagueró no falla. Tosar, tampoco. Avisados estáis.

Para reponernos de tanto terror podremos ver El sueño de Iván, comedia romántica, solidaria y adolescente con trasfondo futbolero a cargo de Roberto Santiago, que repetiría temática tras El penalty más largo del mundo (2005). También hay que llevar a los hijos y sobrinos al cine, ¿no?

Y que mejor que acabar octubre con La voz dormida, adaptación de la celebérrima novela de Dulce Chacón de mismo nombre. Sí, ya sé, guerra civil, sufrimiento, arquetipos en los personajes de los dos bandos... pero, no sé, algo me dice que Benito Zambrano nos ha preparado a los espectadores otra ración de ese mundo descarnado, veraz e intenso que nos regaló en la deslumbrante Solas (1999), tiene que demostrarnos que ese narrador aún sigue ahí. Y me juego algo a que pone en órbita a Inma Cuesta (Águila Roja). Y ojalá haga lo mismo con Ana Wagener, una actriz para la que no hay adjetivos suficientes.

¿Qué?. ¿Que no os apetece ninguna, verdad?. Claro, claro. Cine español. Ja.