El actor británico Tom Hardy, que ya trabajó con Christopher Nolan en Origen y que da vida a sus órdenes en El Caballero Oscuro: La Leyenda Renace al forzudo villano Bane, ha pecado de sincero (e imprudente) en unas manifestaciones sobre la tercera aventura de Batman recogidas por medios norteamericanos.
Hardy, acostumbrado hasta la fecha a producciones de corte independiente y adulto como El Topo, Bronson o Warrior (cinta pugilística durante cuya promoción se le han escapado las siguientes palabras), ha comparado el trabajar en un blockbuster como La Leyenda Renace a hacerlo en una franquicia como Starbucks: “Películas como las de Batman valen para hacer dinero y que el gran público se sienta feliz. Ahora bien, el reto interpretativo que suponen es tan limitado como el de tratar de innovar sirviendo cafés en un Starbucks”.
El actor ha rematado el tema asegurando que “no me gusta el ruido mediático que genera este tipo de cine, y me siento totalmente limitado como artista debido a las innumerables imposiciones a que me somete. Pero agradezco la popularidad que va a brindarme el papel de Bane y, por supuesto, el cheque”.
Las reacciones en Estados Unidos por parte de los fans de Batman, la prensa cinematográfica y los ejecutivos de la industria han sido tan airadas como para hacer que Hardy se disculpe: “Ni quise menospreciar a Starbucks ni quise comparar una película con una empresa. Sencillamente, hablaba del tamaño y las características de La Leyenda Renace en términos que todo el mundo pudiese entender”.