Uno de los productores habituales de Steven Spielberg, Frank Marshall, ha desarrollado una carrera paralela como director que ha dado lugar a títulos de aventuras tan dignos como Aracnofobia (1990), ¡Viven! (1993), Congo (1995) y Bajo Cero (2006).
Marshall insistirá en el registro de la pura evasión, aunque más en el género del thriller de espionaje, con Una cuestión de honor, basada en la novela escrita en 1986 por el autor de best-sellers Jeffrey Archer.
El relato original, que dio lugar a la secuela literaria Honor entre ladrones, se centra en los esfuerzos de un ex–militar, Adam Scott, por impedir que el estado norteamericano de Alaska acabe en manos de Rusia.
Si Una cuestión de honor tiene éxito en taquilla, Marshall piensa en ella como el principio de una franquicia que continuarían las adaptaciones de la citada Honor entre ladrones y otros textos del escritor británico.