Una de las series más aclamadas y longevas de los 80, Miami Vice (Corrupción en Miami) está estos días en plena adaptación a la gran pantalla. Representativa como pocas de la autocomplaciente filosofía ochentera, el agente antivicio que conducía un Ferrari y con cuyo colega afroamericano constituían la esencia de la buddie movie -a la vez que aunaban razas- será interpretado por Colin Farrell. El papel del compañero recae en el recientemente oscarizado Jamie Foxx, dando así a la pareja protagonista actores de peso.
Pero la mayor garantía de éxito viene de manos del director: Michael Mann, responsable en los últimos meses de Collateral y que hace que el proyecto que acaba de iniciar rodaje cobre especial interés y tenga garantías de personalidad.