Estrenándose una semana sí y otra también una película sobre invasores extraterrestres, es natural que 20th Century Fox quiera aprovechar uno de sus mayores éxitos de los noventa, Independence Day (1996), como excusa para aportar su granito de arena a este subgénero fantástico.
En octubre de 2009, os contábamos que el director de Independence Day, Roland Emmerich, había propuesto a Fox una continuación a la misma, aunque entre sus requerimientos se contaba que Will Smith había de ser nuevamente su protagonista. Sin embargo, el estudio se había mostrado reticente a su oferta, y dos años después queda clara la razón.
Según varios medios norteamericanos, los ejecutivos de la Fox no están dispuestos a pagar el salario multimillonario —50 millones de dólares— que ha puesto sobre la mesa Smith (ni, ya puestos, el que pide Emmerich), ni a soportar las exigencias del actor: que el rodaje de la película se desarrolle cerca de su casa, y que su mujer (Jada Pinkett Smith) y su hija (Willow) tengan papeles de relevancia en la misma.
En estos tiempos de crisis, las ideas de Fox van por otro lado: de haber continuaciones a Independence Day, serían dos y se rodarían a la vez, por aquello de ahorrar en presupuesto y amortizar la inversión; los guiones de ambas terminarán de escribirse en diciembre. Y el interés de las películas estaría en la acción y los efectos visuales, no en la presencia de estrellas, que ya no garantizan nada de cara a la taquilla.
Todo ello hace pensar que ni Smith ni Emmerich tendrán nada que ver con estas nuevas entregas de Independence Day, aunque las negociaciones entre actor y director y la Fox no están ni mucho menos cerradas.