Este disco es el tercero de vuestra carrera. ¿Qué diferencias hay respecto a los anteriores?
Nuestro primer disco se publicó en 2001, y ya en el segundo, Rocanlover (2003), apreciamos cómo nuestro sonido se iba haciendo cada vez más complejo. Las canciones se alejaban de la sencillez para ir cada vez recargándose con más elementos. Creemos que en Memorex... esa complejidad se ha visto incrementada, y parece ser que es la tónica predominante en nuestra música ahora mismo. Ya estamos dándole vueltas a lo que será nuestro próximo álbum, y parece que esa tendencia hacia el barroquismo musical se mantiene.
En este sentido, ¿sigue vuestra evolución los pasos que podíais haber esperado en un momento dado?
Sí, aunque tampoco es que en su día le diéramos muchas vueltas a qué camino queríamos seguir, o a cómo queríamos sonar. Para nosotros lo más importante, lo fundamental, es no repetirnos. Sólo así conseguiremos un sonido propio que nos deje satisfechos con la música que hacemos. De ahí que hoy en día nuestras canciones suenen algo retorcidas y necesiten de varias escuchas para disfrutarse plenamente.
¿Cómo ha sido el proceso de trabajar con el productor Phil Vinall, y de grabar el disco en unos estudios norteamericanos?
Phil ya participó en las mezclas de nuestro primer disco, y desde entonces se han convertido en indispensable para nosotros, prácticamente nuestro sexto miembro. Nos comprende a la perfección y sabe lo que aspiramos a conseguir, así que nos compenetramos de una forma genial. En cuanto a grabar en Texas, fue algo chocante. Nos hallábamos en un rancho equipado con lo último en tecnología de grabación, creando un ambiente idóneo para sacar adelante las canciones, y resulta que estábamos en mitad de la nada, un pequeño punto en el desierto: tenías que conducir unos 50 kilómetros para llegar hasta el lugar habitado más cercano. Así que el ambiente de aislamiento necesario para poder trabajar con tranquilidad se logró, vaya que sí.
Habéis vendido 100.000 copias en México, os han nominado a los Grammy y a los premios de la MTV, habéis recibido alabanzas de importantes figuras como Alan McGee... ¿Sentís algún tipo de presión porque la gente demuestra teneros en tan alta consideración?
Hombre, las alabanzas y los reconocimientos nunca vienen mal, y sería de tontos decir que no nos complacen. Lo que pasa es que en cierta medida consideramos que somos merecedores algún tipo de elogio. Llevamos una década luchando sin parar, intentando abrirnos paso en el difícil mercado discográfico, y sólo recientemente por fin podemos decir que lo hayamos conseguido con rotundidad. Así que es normal que creamos que nuestro duro trabajo diario durante todo este tiempo debe ser tenido en cuenta y respetado.
Sin embargo, ahora volvéis a empezar con otro nuevo capítulo de esa lucha.
Sí, ahora que ya nos hemos empezado a asentar en nuestro país nos toca desembarcar en España e intentar reproducir todo el proceso otra vez. Sabemos que nos costará, y que seguramente este disco no llegará fácilmente al gran público, pero al menos esperamos que la gente empiece a oír nuestro nombre por ahí, y así cuando el año que viene, o cuando sea, lancemos aquí la continuación de este Memorex... ya no seremos novatos totales en el mercado español, y puede que lleguemos a mucha más gente. Es un trabajo lento y trabajoso, pero estamos acostumbrados a él.
El DVD que habéis grabado recientemente es un autohomenaje a esos diez años de esfuerzo constante, supongo.
Efectivamente. Grabamos un concierto nuestro para editarlo en DVD, y a través de nuestra página web dejamos que nuestros seguidores escogieran las canciones que íbamos a tocar. Fue una noche inolvidable para nosotros.
¿Qué planes de futuro tenéis?
De momento seguir trabajando en la promoción de Memorex... aquí en España, darle publicidad a nuestro DVD especial en México, y cuando terminemos lo que haremos será dedicarnos de pleno a nuestro nuevo disco. Pero bueno, el tiempo dirá.