Tras deslumbrar a medio planeta con St. Elsewhere, y auparse en los primeros puestos de la listas con el single Crazy, Gnarls Barkley vuelven con la misma fórmula que mezcla pop, electrónica, hip-hop y soul en su nuevo álbum The Odd Couple. Su título alude, entre otros significados, a la extraña pareja que conforman Danger Mouse (productor polifacético) y Cee-Lo Green (la voz del grupo).
Para aquellos que ya gozaron con su primer trabajo es difícil que este disco les llegue a provocar, al mismo nivel, las vibraciones del anterior. Se trata de un conjunto de temas que sigue bastante la línea marcada por aquel, y en este sentido no cuenta con el factor sorpresa. Al decir esto, no pretendemos menospreciar este trabajo, algo que sin duda sería injusto. The Odd Couple es arrollador como cóctel de electrónica, pop, soul y una producción que sigue las bases del hip-hop más contemporáneo. El cantante de la formación sigue demostrándonos que tiene una voz palpitante, profunda y emotiva, que tan bien le sienta a sus temas para lograr ese sonido de soul añejo. Danger Mouse sigue siendo un virtuoso en la producción de las canciones, tanto por las bases rítmicas, como por los adornos y los efectos de sonido, creando un envoltorio musical idóneo para el lucimiento de Green.
El álbum mantiene además muy buen pulso a lo largo de su duración. Quizás no suponga una inyección emocional tan clara como la que protagonizó el anterior, pero sí que uno se lleva gratas sorpresas a lo largo de su escucha, por más que el factor sorpresa no actúa a nivel global. Algo que demuestran canciones como Run, (el single presentación) un temazo que combina a la perfección una base electrónica con una prominente voz soul y unos coros que actúan como contrapunto. O la radicalmente distinta Whatever, que suena como si Eric Burdon de The Animals hubiera cambiado el color de su piel. O las geniales Surprise, Going On, o Who’s Gonna Save My Soul en la que Green se desnuda para trasmitir las vibraciones más emotivas de su repertorio. Quizás es en su última parte, en dónde el disco decae un poco. Por lo demás, la variedad de canciones y de matices en su producción dan con un resultado muy compacto.
Con este LP Gnarls Barkley se confirman como los mejores exponentes del neo-soul (en un plano muy alejado al revisionismo de Amy Winehouse o Duffy). Se mueven de maravilla en esa mezcla de estilos en que transitan y The Odd Couple es un claro ejemplo de ello.
Finalmente, no, esta vez no nos han regalado un single tan pegadizo como Crazy, pero quizás sea mejor así, porque oír como una buena canción se convierte en hit de discoteca puede cansar hasta al más curtido.