The Last Shadow Puppets nacen como un proyecto paralelo de Alex Turner (líder de los Arctic Monkeys) y Miles Kane (vocalista de The Rascals). Los dos han unido sus talentos para colaborar en The Age of the Understatement, un trabajo algo alejado del estilo de sus respectivos grupos. La relación entre estos dos veinteañeros acaparadores de éxitos, (sobretodo Turner) nació durante una gira de los Arctic en la que The Rascals los acompañaron como teloneros. Ahí sus respectivos líderes hicieron buenas migas entre concierto y concierto, y escribieron algunas canciones que ahora ven la luz en éste álbum producido por James Ford (Simian Mobile Disco).

La concepción del disco viene muy marcada, a nivel de producción, por el pop sinfónico de finales de los 60 y principios de los 70, que tuvo entre sus mejores exponentes a Scott Walker y David Bowie. Los dos chicos británicos han sabido rodearse de un gran elenco para conseguir recuperar ese sonido, en dónde los instrumentos de orquestra plantan cara a los instrumentos propios de banda de rock. En este sentido, el trabajo de James Ford como productor es laborioso, y muy significativa la aportación de Owen Pallet (Final Fantasy) quién dirigió con maestría a la London Metropolitan Orchestra.

Todos estos elementos se juntan con unas guitarras estridentes (distintivo característico de los Arctic), y por la voz reconocible de Alex Turner. Los arreglos de cuerda y las orquestaciones erigen sus melodías inspirándose en las bandas sonoras del genial Ennio Morricone. Sin ir más lejos, el tema homónimo con el que abre el disco, y lanzado como single, es la mejor muestra de hasta dónde se puede llegar mezclando todos los elementos anteriormente citados. La canción se construye alrededor de un ritmo galopante, con toques propios de banda sonora de western, y con la voz épica de Turner que da como resultado una melodía que podría estar sacada de cualquier western crepuscular.

También destaca Calm like you, la cuál mantiene un tono de banda sonora de Morricone, pero esta vez con mayor ponderancia de trompetas, y en donde sobresale la voz de Turner para recordarnos el tiempo presente, del cuál es hijo el trabajo que aquí nos ocupa. O My mistakes were made for you, quizás la canción que más recuerda al primer Scott Walker. El resto de canciones sirven como mero acompañamiento a los temas más relevantes. La falta de brillantez provoca que en la segunda escucha estos pasen completamente desapercibidos, a pesar del mayúsculo trabajo de producción.

The Last Shadow Puppets consiguen, con todo, un meritorio debut al saberse rodear de personas muy eficientes, y por tener muy claro las influencias y el sonido a revitalizar. No obstante nos quedará saber si esta colaboración queda como algo anecdótico o si seguirá siendo fructífera. De momento nos queda este The Age of the Understatement, un larga duración con bonitas canciones pero con una sensación final algo desigual por culpa de algunas canciones de relleno. Es como si el grupo tuviera muy claro el espíritu a recuperar con el disco y cómo llevarlo a cabo, pero a lo largo de los temas la fórmula se estancará, con la excepción de tres o cuatro grandes cortes. El resto pierde todo el interés cuándo se repiten las mismas ideas musicales. Empieza como un western de Sam Peckhinpah, pero se diluye hasta convertirse en una de las comedias “light” de Leo McCarey.