Tras la actuación de Devo la gente se agrupó en masa en el escenario Estrella Damm, ahí tocaban The Go! Team. Los ingleses realizan un indie electrónico tan heterogéneo como el que conforman los diferentes componentes del grupo. Su música cambia de terreno musical a una velocidad de espanto, y el resultado final es un directo intenso e inclasificable en dónde la turmix puede con todo tipo de estilos y mezclas. Globalmente se puede definir como energía fresca y desbordante. La voz y la pasión con la que la cantante se resuelve por el escenario son admirables y muy contagiosos. Grip Like a Vice y Ladyflash son temas tan potentes que resulta inconcebible dejarlos fuera de cualquier fiesta, y así los entendieron estos chicos de Brighton.
Después de cargarse uno las pilas, la próxima estación fue el directo de The Rumble Strips. Este cuarteto ingles sorprendió con un show extenso y calculado. Los de Devon, se parecieron demasiado a Madness en algunas canciones, en otras a Dexy’s Midnight Runners, y en otras a Franz Ferdinand, lo que da que pensar que a este grupo les falta consolidar un sonido propio, en dónde los impulsos soul que tanto se les atribuyen, les puedan ayudar a conseguirlo. Sobre los escenarios cumplieron de forma digna a juzgar por el feedback positivo de un público muy bailador. Otro concierto interesante del día fue el de Cat Power. La cantautora Chan Marshall demostró su poderío vocal con versiones de canciones que le han influenciado y con las que se siente cómoda. Y por supuesto el concierto de Portishead en el Auditorio, el favorito del PS para muchos de los que pudieron asistir.
A esa hora en que tu mente ya no sabe si son altas horas de la noche o bien primeras horas de la mañana, actuaron los Holy Fuck. El conjunto de neo electro canadiense dio buenas dotes de lo que son capaces de lograr encima y fuera del escenario; ruidos indescifrables, atmósferas perfiladas por artefactos analógicos y sacarle mucho humo al sintetizador.
Sábado 31
El último día del festival empezó temprano con la actuación de una dama del soul. La cantante Mary Weiss de las Sangri-las hizo ímpetu de su voz portentosa pero no acertó demasiado con la elección del repertorio, a excepción de un abrumador Remember (Walking in the sand). Luego llegó el turno de Okkervil River. Esta banda de country-rock y folk de Austin, (otro hervidero musical norteamericano) hizo un directo vigoroso y esplendoroso, el cuál sorprendió a los presentes por su fuerza y su desenvoltura escénica, con lo que el público les respondió con la misma entrega.