Celtas Cortos

Lleváis más de 20 años funcionando como grupo. A pesar de las altas y las bajas de algunos componentes, ¿cómo se consigue mantener la actividad de una banda durante ese tiempo?
Óscar Garcia (OG): Quizás uno de los secretos pueda ser ese: la forma de funcionar del grupo que ha permitido aventuras extraconyugales. Eso ha facilitado que la banda se oxigene, que una parte de la formación hiciéramos en su día un proyecto instrumental y que Jesús haya hecho dos discos en solitario. En un principio, la gente que lo ve desde fuera puede percibir todos estos elementos como un trauma, pero al grupo le ha proporcionado nuevos aires. Aparte, otro secreto, como en todo, es el trabajo. Nunca nos ha dado miedo trabajar y eso es lo que hemos hecho estos veintidós años. Mientras tengas el horizonte claro, sepas que quieres hacer y trabajes por ello, las cosas te pueden salir bien, o menos bien, pero siempre estás ahí.

40 de abril es el primer álbum completo del grupo tras el regreso de Jesús Cifuentes. ¿Qué aporta él a Celtas Cortos?
Goyo Yeves (GY): Desde hace dos años, que fue cuando Jesús retomó las filas del grupo, y después de ese veinte aniversario que celebramos en formato de paquete discográfico con CD y DVD, ya teníamos en la cabeza que queríamos hacer un disco nuevo. En aquel momento se planteó desarrollar el proyecto despacio. Cuando ensayábamos los cinco temas nuevos que incluimos en el álbum de celebración ya nos dimos cuenta todos de que las cosas salían solas. Parecía que no hubiera pasado el tiempo, como si no hubiera habido un periodo de desconexión. Aunque, en realidad, sí lo hubo en cuestiones laborales, pero no en el terreno personal. Hay que decir que nos seguíamos viendo, habíamos ido a conciertos de Jesús, coincidíamos en cumpleaños, en bares de Valladolid, etc. De esta forma, ha sido mucho más sencillo volver a tocar juntos. Poco a poco se fueron preparando los temas y, personalmente, creo que en este 40 de abril Jesús ha escrito grandes letras. Para mí, son las mejores canciones que ha hecho y ha estado muy inspirado. Además, las cosas están dichas de un modo más sutil, con mucho contenido, pero con una forma más poética. En otras ocasiones yo también he escrito alguna letra y pensaba que podría incluir alguna en este álbum... pero al final no ha hecho falta.

Tras esos primeros ensayos, ¿el proceso de concepción y grabación del disco ha sido más fácil o más laborioso de lo que pensabais?
OG: En primer lugar, hay que tener en cuenta la forma de trabajar que tiene el grupo. Jesús es el compositor principal. Él se mete en lo que llama el “caseto”, que es una caseta que tiene en el patio de su casa, y allí hace un primer armazón de las canciones. Evidentemente, escribe las letras y unas incipientes estructuras musicales. Luego, eso se traslada al local de ensayo con todos, donde se empieza a diseccionar y a crear. Allí se pone sangre, músculos y piel para formar el ente completo. Ese trabajo que hacemos entre todos ya depende mucho de los días y de las canciones. Algunos temas salen solos y a otros hay que darles muchas más vueltas. Como decía antes, no nos da miedo el trabajo. Incluso podríamos decir que somos un grupo un poco atípico porque quedamos a ensayar a las diez de la mañana, que es un horario como muy anti rock and roll. En ese aspecto, parece que hagamos trabajo de oficina de diez a dos de la tarde. Y, como decía Picasso, si te tiene que llegar la inspiración, mejor que te pille currando. Eso sí, puede haber mañanas de sequía total y otras que resulten esplendorosas.