Los hermanos Followill, Caleb (voz y guitarra), Jared (bajo) y Nathan (batería), junto a su primo Matthew (guitarra), siguen cosechando alabanzas en su exitosa trayectoria como Kings Of Leon. Hasta el mismísimo Bob Dylan ha soltado alguna frase elogiosa sobre su música y eso significa mucho por venir de un personaje poco habituado a expresar opiniones sobre otros artistas.

Una vez demostrada su profesionalidad con tres álbumes de coherente evolución, tratan de consolidar su carrera con una cuarta grabación denominada Only By The Night, en la que se mantienen presentes los esquemas que han determinado su progresivo ascenso.

Llegados al punto actual, es inevitable reconocer que su lugar de procedencia con Memphis como punto de partida, ha condicionado gran parte de su sonido. Estamos ante una banda que ha empapado con rigor y alevosía las diversas sonoridades características del sur de Estados Unidos. Un tipo de música donde confluyen las raíces del blues facturado por leyendas como Robert Johnson junto a los perfiles propios del rock sureño. Una mezcla a la que se une el toque distintivo que ha posibilitado al grupo impregnar sus composiciones de una marcada originalidad.

En este nuevo trabajo, incursionan aún más en el dramatismo vocal que en su anterior Because Of The Times. El timbre de Caleb, muy en sintonía con las tendencias cercanas al soul, domina gran parte de unas canciones inyectadas de melancolía y sobradas de recursos.

Un trabajo meticuloso y de sofisticación altiva donde predominan los medios tiempos vaporosos con algún que otro brote entusiasta como Crawl, el corte más enérgico de todos y en el que aparecen unas fulgurantes guitarras de desafinación exquisita que impregnan el ambiente de una distorsión que llega hasta los límites de la saturación, además de complementarlos con armonías que irradian magnetismo. Una composición brillante que no encuentra apoyo en el resto del contenido, más orientado hacia los pasajes interioristas y oscuros en los que, además de la voz, también destaca una percusión que imprime carácter y genera cierto estado hipnótico. El álbum, que mantiene las constantes vitales reconocidas en el grupo estadounidense, está dotado de un intenso sentimiento melodramático.

Impecables en sus formas y fieles a unos parámetros, no defraudarán a sus seguidores más puristas aunque, se nota a faltar algo más de energía en la participación de las guitarras.